En Garzón crece la molestia de la ciudadanía frente a los operativos adelantados por los guardas de tránsito, bajo la dirección de la Secretaría liderada por Yaqueline Garzón Villanueva. La crítica principal radica en que, según los habitantes, las acciones parecen enfocarse en la inmovilización masiva de motocicletas, vehículo del que dependen miles de familias para su sustento, mientras quienes realmente atentan contra la seguridad vial siguen circulando sin control.
La comunidad denuncia que día tras día trabajadores honestos se quedan sin su herramienta de transporte y de trabajo, al tiempo que los verdaderos infractores —conductores que participan en piques ilegales, motocicletas robadas o personas que consumen sustancias en las vías— continúan en la calle. Para los ciudadanos, se está confundiendo el control con un hostigamiento que golpea directamente al eslabón más débil de la cadena social.
Denuncias
Los habitantes de barrios y comunas insisten en que la autoridad debe replantear sus estrategias, priorizando operativos inteligentes que se enfoquen en los responsables de la inseguridad vial y no en quienes buscan ganarse la vida de manera honesta. Reclaman además transparencia en los procedimientos, publicación de datos y explicaciones claras sobre cada una de las inmovilizaciones que se realizan.
La inconformidad generalizada deja un mensaje contundente: gobernar no es perseguir, sino proteger. Si los controles siguen enfocándose en los trabajadores y no en los delincuentes viales, lo único que logrará la Secretaría de Tránsito será aumentar el malestar social y la desconfianza ciudadana.
