El pasado viernes 6 de diciembre, un confuso incidente en el centro de Neiva generó una fuerte denuncia contra la Policía Metropolitana y agentes de tránsito.
Yolanda Romero y su hijo Ricardo Romero denuncian haber sido víctimas de abuso de autoridad y agresiones físicas luego de ser detenidos por agentes de tránsito. Todo comenzó alrededor de las 4:50 p.m., cuando madre e hijo caminaban por la carrera 7 con calle 8, en pleno centro de la ciudad. Según relatan, fueron grabados sin justificación por una agente de tránsito mientras eran peatones.
«La agente comenzó a grabarnos por un mal gesto que yo hice, simplemente por mirar mal. Le pedí que dejara de grabarme, pero ella continuó y, luego, pidió refuerzos», indicó Ricardo.
Lo que parecía ser una situación simple de malentendidos pronto escaló cuando la agente solicitó apoyo de otros oficiales. Según los denunciantes, la situación terminó con una detención innecesaria en el CAI de los periodistas.
El abuso de fuerza
Asimismo, Yolanda Romero, quien recientemente había sido operada de un brazo, relató cómo la brusquedad de los oficiales empeoró su condición médica.
«Me lastimaron el brazo operado, lo que me causó un dolor intenso. En Medicina Legal me dieron 15 días de incapacidad», declaró la señora Romero visiblemente afectada.
Por su parte, Ricardo también fue víctima de agresiones, aunque él asegura que solo reaccionó para defender a su madre.
«Vi cómo estaban tratando a mi mamá, y al ver que la estaban golpeando, reaccioné. No lo podía permitir», expresó. Según Ricardo, la policía lo agredió también, golpeándolo en la cara, lo que generó una mayor tensión entre los presentes.
El relato de los hechos
Lo que más indignó a los Romero fue la acusación de que Ricardo había amenazado a la agente con un cuchillo, algo que él niega rotundamente.
«Nunca saqué un cuchillo ni amenacé a nadie. Si tienen pruebas, que las muestren», dijo Ricardo. Los Romero sostienen que, en ningún momento, ellos cometieron alguna falta que justificara la agresión o la detención.
Sobre este punto, Yolanda agregó: «Nos estaban grabando solo por caminar, ni siquiera éramos motociclistas. Todo esto fue innecesario». Según los denunciantes, la actitud de los agentes fue desproporcionada y careció de fundamento alguno, ya que no se presentó evidencia de que estuvieran cometiendo una infracción.
Un llamado a la justicia
El caso ha generado una serie de reacciones en la comunidad, poniendo en duda el comportamiento de las autoridades en situaciones cotidianas. Las denuncias de abuso de autoridad y el maltrato hacia personas vulnerables, como en este caso una mujer con cirugía reciente, evidencian la necesidad de una revisión crítica sobre el actuar de los agentes.
Finalmente, Yolanda y Ricardo Romero exigen que se realicen las investigaciones pertinentes para esclarecer lo ocurrido y se sancione a los responsables de las agresiones. «Lo que nos hicieron fue un abuso. Solo pido justicia», concluyó Yolanda.


