En las últimas horas la Policía Nacional llevó a cabo la incautación de una gran cantidad de material explosivo los cuales según versiones preliminares estaban siendo transportados a través de una empresa de mensajería mediante encomienda, razón por la cual no se habría logrado la captura de los presuntos responsables de este hecho delictivo, quienes se presume habrían enviado el paquete desde la ciudad de Pasto en el departamento de Nariño hacia Bucaramanga en Santander ocultos en cable de cobre al interior de varias cajas.
Es de recalcar que este resultado se logró gracias a actividades de verificación y control adelantadas por parte de la Policía Metropolitana de Cali a empresas de mensajería en inmediaciones del municipio de Yumbo, lo cual según lo dicho por el comandante de la institución el coronel Carlos Oviedo fue posible gracias a la Seccional de Investigación Criminal: “se incautaron 6.700 detonadores y 1900 metros de mecha de seguridad, estos elementos estaban camuflados en cables de acero inoxidable al interior de 67 cajas”.
Según lo dicho por el funcionario dichos elementos iban a ser enviados hacia la ciudad de Bucaramanga, Santander y venían procedente de la ciudad de Pasto, Nariño: “Estos elementos son utilizados principalmente para la minería ilegal y de la misma forma fueron dejados a disposición de la autoridad judicial correspondiente” finalizó.
Se conoció por parte de las autoridades que los delincuentes que hacen uso de detonadores y metros de mecha de seguridad lo hacen debido a que se trata de sistemas de iniciación de explosivos utilizados en la minería ilegal y que a su vez en otros casos pueden ser empleados por manos criminales para la fabricación de minas antipersonal y artefactos explosivos improvisados con los que buscarían afectar la integridad de la Fuerza Pública e incluso de la ciudadanía. A su vez la Policía Nacional ratificó que con esta incautación se evitan hechos que lamentar esto debido a que, al ser un material sensible al calor, llamas, chispas, entre otros, se convierte en una amenaza latente para los conductores de los camiones de encomienda, quienes sin saberlo podrían estar corriendo peligro al transportar este tipo de elementos.




