ERAN COMERCIALIZADAS PARA SER MODIFICADAS.
En un operativo de control y prevención del delito, la Policía Metropolitana de Bogotá logró la incautación de diez armas de letalidad reducida en el centro de la capital. Este resultado se dio en el marco de estrategias de seguridad para contrarrestar el uso de este tipo de artefactos en actividades criminales, una problemática creciente en la ciudad.
Las armas incautadas corresponden a pistolas traumáticas y de gas, las cuales, aunque no están clasificadas como letales, pueden ser modificadas para aumentar su capacidad de daño y son utilizadas frecuentemente por delincuentes en atracos, riñas y otros actos delictivos. Según las autoridades, este tipo de armamento se ha convertido en un factor clave en la comisión de delitos, pues permite a los criminales intimidar a sus víctimas sin llamar la atención de las fuerzas de seguridad.
El teniente coronel Diego Villar, de la Policía de Guarnición, señaló que «estas armas, aunque inicialmente diseñadas para la defensa personal, están siendo utilizadas por delincuentes para cometer actos delictivos y generar zozobra en la ciudadanía. Por ello, hemos reforzado los operativos en zonas críticas de Bogotá para sacar de circulación este tipo de armamento».
Operativos de control
El operativo se llevó a cabo en sectores estratégicos del centro de Bogotá, donde las autoridades han identificado un incremento en la circulación y uso de estas armas. Durante las requisas y verificación de antecedentes, se encontraron las diez armas en poder de ciudadanos que no pudieron demostrar su legalidad o que las portaban en espacios públicos sin justificación.
Las autoridades han alertado en varias ocasiones sobre el uso indebido de armas traumáticas, que en muchos casos han sido modificadas para disparar proyectiles letales. «Hemos evidenciado que muchas de estas armas están siendo alteradas para aumentar su poder de fuego, lo que las convierte en una amenaza para la seguridad pública», afirmó el teniente coronel Villar.
Aumento del uso de armas traumáticas
En los últimos meses, el uso de armas de letalidad reducida en hechos delictivos ha generado preocupación en la ciudadanía y en las autoridades. Según reportes oficiales, los delincuentes recurren a este tipo de armamento debido a su facilidad de adquisición en el mercado y la ausencia de restricciones estrictas para su compra. Aunque la ley establece ciertas regulaciones, muchas de estas armas ingresan al país sin control y terminan en manos de personas con intenciones delictivas.
Las autoridades han reiterado que el porte de estas armas en espacios públicos está regulado y que aquellos ciudadanos que sean sorprendidos con ellas sin los permisos correspondientes pueden enfrentarse a sanciones. «Estamos trabajando para regular aún más la comercialización de estas armas y evitar que sigan siendo utilizadas en actividades criminales», aseguró Villar.
El teniente coronel Diego Villar reafirmó el compromiso de la Policía Metropolitana de Bogotá con la seguridad de los ciudadanos y aseguró que se seguirán intensificando los operativos en la ciudad para evitar que este tipo de armas sean utilizadas en delitos.
Finalmente, insistió en la importancia de la denuncia ciudadana como una herramienta clave para combatir la inseguridad y llamó a la comunidad a reportar cualquier venta ilegal de este tipo de armamento para desmantelar las redes de distribución. «La seguridad es un trabajo conjunto entre la Policía y la ciudadanía. Invitamos a los bogotanos a informar cualquier hecho sospechoso y a contribuir con la construcción de una ciudad más segura», concluyó.



