La zona fronteriza entre Ecuador y Colombia vivió este viernes 9 de mayo una de las jornadas más trágicas para sus Fuerzas Armadas en los últimos años. Once militares pertenecientes a la Brigada de Selva 19 Napo fueron asesinados durante una emboscada en la zona de Alto Punino, provincia de Orellana, mientras desarrollaban un operativo militar contra la minería ilegal en la región amazónica.
El Ejército ecuatoriano informó que la operación involucraba a cuatro equipos de combate, integrados por un total de 80 uniformados desplegados en varios puntos estratégicos de la zona. Durante el avance de una de estas unidades, fueron atacados con explosivos, granadas y fusiles por un grupo armado ilegal identificado preliminarmente por inteligencia militar como los ‘Comandos de la Frontera’, una organización criminal con presencia en la frontera colombo-ecuatoriana.
Según las primeras informaciones, entre los fallecidos se encuentran un oficial, suboficiales y soldados los cuales fueron identificados como los tenientes, José Iza y Jorge Alexander Andrade Bastidas, el sargento segundo Héctor Marcelo Mullo Bravo, el cabo primero Walter Willián Andrango Toapanta, los cabo segundo Diego Orlando Lomas Ramírez, Victor Adrián Vera Minga, Anthony Brayan González Canchig, Danilo Javier Caiza Torres, Jefferson Iván Alvarado Cerda y Georvi David Vega Jiménez y finalmente el soldado Marlon Rodrigo Guamushig Reysancho.
La Fiscalía General del Estado anunció el inicio inmediato de las investigaciones y envió a la zona a equipos de Criminalística junto con agentes especializados, quienes realizaron el levantamiento de los cuerpos y comenzaron a recolectar indicios para esclarecer lo ocurrido.
El ataque ha generado conmoción nacional y reaviva la preocupación por la creciente violencia en las zonas fronterizas, donde operan grupos armados vinculados al narcotráfico, la minería ilegal y otras economías ilícitas. El Ministerio de Defensa reafirmó su compromiso de intensificar las operaciones militares en la región y de capturar a los responsables del crimen.
En medio de la conmoción, los Comandos de la Frontera emitieron un comunicado negando su responsabilidad en el ataque, aunque las autoridades ecuatorianas sostienen, con base en información de inteligencia, que este grupo estaría directamente vinculado con la emboscada.




