Jorge Junior Muffarri González, asesinado.
Jorge Junior Muffarri González partió hace más de cinco años desde Sincelejo con la esperanza de abrirse camino en el interior del país. Desde entonces, había hecho su vida lejos de su tierra natal, en busca de nuevas oportunidades, como tantos otros jóvenes que sueñan con un futuro mejor. Pero este lunes, la noticia de su muerte llegó de forma devastadora a su ciudad de origen, dejando un vacío irreparable entre quienes lo conocieron.
Oriundo de la zona norte de Sincelejo, Jorge Junior era un rostro familiar en los bailes de picó, donde el ritmo caribeño suena con fuerza y alegría. No era ajeno a la fama: su padre, el reconocido DJ Wuasa, lo había introducido desde joven en el ambiente musical y festivo de la región. La comunidad lo recuerda como un joven alegre, carismático, siempre presente en los eventos populares. Su nombre era sinónimo de energía y sabor a pueblo.
El crimen ocurrió en el municipio de Villeta, Cundinamarca, donde Jorge Junior fue brutalmente asesinado junto a su pareja sentimental. Según reportes preliminares, el joven murió en el lugar tras recibir más de diez disparos por parte de los agresores. Su compañera, aunque alcanzó a ser trasladada a un centro asistencial, falleció poco después. La escena dejó atónitos a los residentes del sector, que no salen del asombro por el nivel de violencia del ataque.
La noticia corrió como pólvora entre los conocidos y familiares de Jorge Junior en Sincelejo. Las redes sociales se llenaron de mensajes de despedida, recuerdos compartidos y llamados de solidaridad. La consternación se mezcló con la tristeza profunda de una familia que, además del dolor, ahora enfrenta el desafío de repatriar el cuerpo para poder despedirlo en casa, en la tierra que lo vio nacer.
