Aldinebin Ramos Buitrago, occiso.
En un suceso, de la noche del martes 6 de febrero ocurrido en el corregimiento Olaya Herrera de Ortega, en el sur del Tolima, un líder social y activista defensor de los Derechos Humanos, identificado como Aldinebin Ramos Buitrago, fue víctima de un asesinato junto con otra mujer cuya identidad aún no ha sido revelada. Este lamentable incidente conmocionó a la comunidad local, dejando también a un hombre de 26 años gravemente herido y un niño de seis años bajo custodia de la Comisaría de Familia.
Conmoción
Según informes preliminares, alrededor de las 7:35 de la noche, un grupo de hombres armados irrumpió en la residencia por la parte trasera, donde se encontraban las víctimas. Tras el ataque armado, el alcalde de Ortega, Diego Matiz Garzón, emitió un comunicado expresando consternación por los hechos y convocando a un consejo de seguridad para abordar el caso.
Labor
Aldinebin Ramos Buitrago, de 26 años, no solo era un activista LGTBI, sino también un destacado líder social en la región, reconocido por su incansable labor en la promoción y defensa de los derechos de las comunidades vulnerables. Además de sus actividades en la Asociación LGBTI Chaparral Diversa, era conocido por su participación en iniciativas relacionadas con los Pilares del Acuerdo de Paz y los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET).
Rechazo
Tras conocer la noticia, miembros de la Asociación LGBTI Chaparral Diversa expresaron su pesar y condenaron enérgicamente el asesinato de Ramos Buitrago, subrayando su valioso aporte a la comunidad y su compromiso con la defensa de los derechos humanos.
Autoridades
Asimismo, instaron a las autoridades pertinentes a esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia. Este homicidio ha generado una profunda consternación en la región y ha reavivado preocupaciones sobre la seguridad de los líderes sociales y defensores de derechos.
Garantías
El asesinato de Aldinebin Ramos Buitrago, líder social y defensor de los derechos humanos, junto con otra víctima en el sur del Tolima, representa un duro golpe para la comunidad local y un recordatorio sombrío de los peligros que enfrentan quienes luchan por la justicia y la igualdad en Colombia. Su trágica muerte destaca la necesidad urgente de fortalecer los mecanismos de protección para los líderes sociales y defensores de derechos, así como de garantizar una respuesta efectiva por parte de las autoridades para llevar a los responsables ante la justicia y prevenir futuros actos de violencia.




