La imagen conocida como «El último judío de Vínnitsa», símbolo del horror del Holocausto, ha revelado un nuevo dato: quién fue el verdugo que aparece en la escena. Una investigación histórica con apoyo de IA logró dar con su identidad.
Durante décadas, la imagen de un hombre agachado junto a una fosa repleta de cadáveres, segundos antes de ser ejecutado por un soldado de las SS, ha sido una de las fotografías más emblemáticas y perturbadoras del Holocausto. Conocida como “El último judío de Vínnitsa”, la fotografía capturó el horror sistemático de los crímenes nazis en Europa del Este.
Ahora, más de 80 años después de que fuera tomada, una investigación liderada por el historiador alemán Jürgen Matthäus ha logrado identificar con un 99 % de certeza al autor del disparo. Se trataría de Jakobus Onnen, miembro del Einsatzkommando C, una unidad nazi responsable del asesinato masivo de judíos en Ucrania durante la Segunda Guerra Mundial.
Un asesinato documentado… y ahora esclarecido
La fotografía muestra a un hombre de rostro delgado y cabello espeso, encorvado sobre una fosa en la ciudad de Berdichev, cerca de Kiev. Detrás de él, un soldado de las SS lo apunta a la cabeza con una pistola, en una escena de aparente frialdad y rutina. El rostro de la víctima sigue siendo desconocido, pero no el del asesino.
“El soldado sostiene el arma con indiferencia total, en una postura casi mecánica”, describe Matthäus, quien fue director de investigación del Museo Conmemorativo del Holocausto de Estados Unidos. Gracias al uso de tecnología de reconocimiento facial e inteligencia artificial, su equipo pudo comparar rasgos y posturas con otras imágenes de época y archivos militares para identificar a Onnen.
Un nuevo capítulo en la historia de una imagen mal entendida
Desde que fue presentada en el juicio contra Adolf Eichmann en Israel, en 1961, esta fotografía ha sido uno de los símbolos visuales del genocidio nazi. Durante mucho tiempo se creyó que había sido tomada en Vínnitsa, una ciudad del suroeste de Ucrania, entre 1941 y 1943.
Sin embargo, Matthäus descubrió recientemente que la escena ocurrió en Berdichev, unos 150 kilómetros al este. Esta corrección geográfica es clave, ya que allí tuvo lugar una de las masacres más cruentas de la invasión nazi: más de 100.000 personas, en su mayoría judías, fueron asesinadas por el Einsatzkommando C entre 1941 y 1942.
Un hallazgo con impacto histórico
El estudio, publicado en la revista Journal of Historical Studies, aporta nuevas capas de comprensión al funcionamiento del aparato genocida nazi y al uso que se hacía de las imágenes como “trofeos”. Para Matthäus, se trata de un avance significativo:
“Este es uno de esos momentos en los que uno siente que ha expandido los límites del conocimiento histórico”, declaró el investigador en entrevista con Deutsche Welle.
Origen incierto, hasta ahora
La fotografía fue difundida inicialmente por la agencia United Press International en 1961. Según sus archivos, provenía de Al Moss, un sobreviviente del Holocausto residente en Chicago, quien la habría recibido en Múnich en 1945, poco después de la liberación por parte de las tropas aliadas.
Durante años, la imagen fue mal etiquetada, y solo en los últimos años los historiadores han logrado reconstruir su verdadero contexto.
Ahora, con la identificación del autor del disparo, este símbolo del Holocausto adquiere una nueva dimensión: la cara del verdugo ya no es anónima. La historia, en su crudeza, se vuelve aún más real.

