La comunidad que reside en inmediaciones a la cancha sintética del barrio Cándido al norte de Neiva se encuentra bastante preocupada ante el incremento de hechos delictivos en la zona y del consumo desmedido de estupefacientes en los alrededores de este centro deportivo.
Compañía
Una madre de familia identificada como Jessica Andrea Paladines se encontraba dentro de su vehículo a las afueras de este campo de juego a la espera de que su hijo terminara de entrenar. Es usual que tres veces a la semana ella se quede en su auto haciendo uso de su teléfono móvil por alrededor de una hora mientras el adolescente practica su deporte favorito.
El delito
Todo transcurría con normalidad y mientras la afectada revisaba sus redes sociales pudo ver que dos sujetos que se movilizaban en una motocicleta pasaron lentamente frente a ella, presuntamente observando si tenía algo de valor para sustraerlo.
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Casi que de manera inmediata los individuos retrocedieron para desenfundar un arma de fuego y por medio de amenazas en contra de su vida, la despojaron de su celular y de la cartera que llevaba consigo. A pesar de los gritos de auxilio de la víctima, nadie acudió a socorrerla y los asaltantes emprendieron la huida con rumbo hacia el norte, por la carrera segunda.
Las afectaciones
Aunque por fortuna este acto delincuencial no pasó a mayores, Jessica asegura haber vivenciado una de las peores experiencias de su vida, pues sintió que podía morir a cualquier momento.
De acuerdo a las versiones de algunos de los habitantes de este reconocido barrio de la comuna uno de Neiva, a pesar de la cercanía al CAI casi nunca hay presencia policial y a toda hora del día se presentan atracos en todas las modalidades, especialmente lo que ellos denominan la ‘zona verde’ en donde se agrupan jóvenes a consumir alucinógenos.
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