Una nueva tragedia deja la doble calzada a la altura de la vereda Runta de la ciudad de Tunja.
Un suceso hoy deja de luto a la familia del señor José Abel Quiroga, quien murió lastimosamente, después de haber sufrido un aparatoso choque vehicular. Ante esto, las autoridades investigan los hechos.
Infortunadamente la tragedia estaba rondando su vida. Fue así como al parecer, cuando el hombre de tan solo 48 años de edad intentaba cruzar la troncal a la altura de la vereda Runta y alrededor de las 5:30 a.m. ocurrió la desdicha.
Lo anterior debido a que, aparentemente un carro particular pasaba precisamente por este sector, por lo que sin percatarse el conductor terminó arrollando al peatón Quiroga de forma aparatosa. Fue tan fuerte el golpe, que el carro quedó abollado, y con las marcas del incidente como el parabrisas roto.
Ocurrido el accidente, el conductor del carro, se bajó inmediatamente del vehículo para intentar auxiliar al peatón.
Lastimosamente, fue tan fuerte el impacto, que el boyacense murió instantáneamente. Al llegar el cuerpo de Bomberos de Tunja para atender el caso, no pudieron hacer mucho por el hombre, por lo que fue llamado Actos Urgentes para el respectivo levantamiento de cadáver.
Quiroga era un humilde campesino que nació y vivía en la vereda Runta de Tunja. Gran parte de su vida la decidió a la agricultura, siendo un gran obrero del campo.
Vivía con su esposa y sus tres hijos, de 17, 14 y 7 años de edad, quienes hoy lloran desesperadamente por la pérdida de su ser querido y el bastón del hogar.
Amigos y familiares lo recuerdan por ser un hombre de familia, que le gustaba compartir en su hogar, además de su amabilidad y humildad en todo momento.
Luego de este siniestro vial, habitantes de este sector, siguen haciendo el llamado a la Secretaría de Tránsito y entidades que tengan injerencia, para que implementen estrategias que reduzcan la accidentalidad en este sitio de la doble calzada.
Indican los vecinos que infortunadamente en los últimos meses ya han fallecido tres personas en calidad de peatones, uno de ellos, un humilde adulto mayor.
Ante esto, sienten temor, porque a diario pasa un considerable número de estudiantes que van y regresan de su institución educativa, y los carros pasan a alta velocidad en este sector de la troncal.
