La actividad, desarrollada desde la dimensión de Gestión Diferencial, tuvo como objetivo preparar a los profesionales de salud para brindar una atención adecuada a personas en situación de discapacidad y a víctimas del conflicto. Se busca que esta población, dada su situación especial, reciba un trato humanizado que evite experiencias de discriminación o incomodidad al acceder a los servicios de salud.
Durante la jornada, se compartieron herramientas prácticas y protocolos que el personal médico puede implementar para mejorar la experiencia del paciente, resaltando la importancia de la empatía, la comunicación clara y el respeto a la dignidad de cada persona. Los participantes también tuvieron la oportunidad de identificar posibles áreas de mejora en la atención cotidiana, fortaleciendo sus capacidades para ofrecer un servicio más respetuoso e inclusivo.
Desde la Secretaría de Salud, están comprometidos en hacer de la comunidad una prioridad, y para ello es esencial brindar una atención que sea clara, adecuada y sobre todo humana. Además, estos espacios no solo fortalecen el servicio de atención, sino que son clave para erradicar prácticas discriminatorias y promover una cultura de respeto y apoyo hacia quienes enfrentan condiciones adversas.




