La icónica cadena de restaurantes Hooters, famosa por sus alitas de pollo y la imagen provocativa de sus camareras, se ha declarado en bancarrota. La empresa acumuló una deuda de 376 millones de dólares y presentó una solicitud de protección bajo el Capítulo 11 en el Tribunal de Quiebras del Norte de Texas. Sin embargo, no planea desaparecer, sino reinventarse. Hooters se declara en bancarrota y busca un nuevo rumbo.
La estrategia para salvar la marca
Un grupo de franquiciados, incluidos algunos de los fundadores originales de Hooters, ha propuesto comprar los restaurantes de la cadena para darles un nuevo impulso. La meta es volver a los orígenes sin caer en la imagen controvertida que marcó su pasado. Se busca modernizar los locales y atraer a un público más amplio, dejando atrás las «noches de bikinis» y los uniformes excesivamente reveladores.
Neil Kiefer, director general del grupo de franquicias Hooters Inc., afirmó: «Esta transacción devolverá la marca a manos de personas con experiencia en Hooters, permitiendo recuperar su éxito histórico».
Competencia y crisis financiera, Hooters se declara en bancarrota y busca un nuevo rumbo
A pesar de su legado, Hooters ha enfrentado numerosos desafíos en los últimos años. La creciente competencia de cadenas como Shake Shack, Chipotle y Taco Bell, junto con el impacto de la pandemia y el aumento de costos operativos, han afectado su rentabilidad. Además, la marca ha sido objeto de críticas por su imagen sexista y demandas por discriminación laboral.

En 2023, la empresa acordó pagar 250.000 dólares para resolver una demanda por discriminación racial y de color. También perdió su patrocinio con Hendrick Motorsports y tuvo que cerrar 40 ubicaciones de bajo rendimiento en EE.UU.
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¿Un Hooters más inclusivo y familiar? Hooters se declara en bancarrota y busca un nuevo rumbo
Con esta reestructuración, Hooters apunta a un modelo de negocio más sostenible y atractivo para las nuevas generaciones. Aunque la empresa conservará su cocina tradicional, el enfoque estará en crear un ambiente más inclusivo y familiar. «Queremos que las familias se sientan cómodas al visitarnos», indicó Kiefer.
Si bien los cambios no han sido detallados por completo, se espera que los nuevos locales adopten una estética diferente, dejando atrás la imagen que en su momento hizo famosa a la marca.
El futuro de Hooters
Hooters busca evitar el destino de otras cadenas icónicas como Red Lobster y TGI Fridays, que también han sufrido crisis financieras. Su estrategia de «re-Hooterización» podría marcar un nuevo capítulo para la empresa.
La gran pregunta es si esta renovación será suficiente para recuperar la rentabilidad y conquistar a una nueva generación de clientes. ¿Podrá Hooters sobrevivir sin el atractivo que lo hizo famoso? Solo el tiempo lo dirá.




