La comunidad tunjana reaccionó con profunda consternación luego de conocerse que el presunto homicida de César Torres, un joven domiciliario de 24 años, fue beneficiado con detención domiciliaria. La decisión judicial, que fue divulgada en las últimas horas, ha provocado una oleada de rechazo, especialmente entre los familiares de la víctima, quienes calificaron la medida como una afrenta a la justicia.
El trágico hecho ocurrió en la madrugada del sábado 19 de abril en el barrio El Dorado, cuando Torres se encontraba realizando una entrega de licor. Según versiones preliminares, el joven fue atacado con arma blanca por un sujeto aún no identificado públicamente, quien, pese a la gravedad del crimen, ahora permanece en su residencia bajo vigilancia domiciliaria. Aunque la víctima logró pedir auxilio tras la agresión, falleció horas después en un centro asistencial de la ciudad.
El joven, padre de un niño pequeño, era conocido por su dedicación al trabajo y por el esfuerzo diario con el que sostenía a su familia. Su muerte ha dejado un vacío inmenso entre sus seres queridos, quienes no ocultan su dolor ni su indignación por lo que consideran una decisión judicial desproporcionada.
“La justicia no puede ser tan permisiva con quien le quita la vida a un joven trabajador. No puede ser que esto quede así”, expresó uno de los familiares en medio del clamor por una sanción más severa. Hasta el momento, la Fiscalía no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre los motivos que sustentaron la medida concedida por el juez del caso.
Como muestra de rechazo y en busca de justicia, ciudadanos y allegados del joven asesinado convocaron a una “Pitatón” el martes 22 de abril a las 2:00 de la tarde. La movilización tuvo lugar frente a las instalaciones de la Fiscalía, justo al lado de la iglesia de Las Nieves, en pleno centro de Tunja. Los organizadores hicieron un llamado a la ciudadanía para que se uniera pacíficamente y exigir que el crimen no quede impune.




