Diego Miguel García Gordillo fue hallado culpable de una muerte en Ibagué
En un nuevo episodio de violencia urbana que estremece a la capital tolimense, un juez de conocimiento condenó a Diego Miguel García Gordillo a 16 años de prisión, tras comprobarse su responsabilidad en el homicidio de un habitante de calle ocurrido el pasado 12 de junio en el barrio San Lucas de Ibagué.
De acuerdo con las investigaciones adelantadas por la Fiscalía Seccional Tolima, el crimen ocurrió durante la madrugada, cuando la víctima descansaba en una acera del sector. García Gordillo, sin mediar palabra, se abalanzó sobre el hombre y lo atacó brutalmente con un arma cortopunzante. Los testigos indicaron que el agresor actuó con total frialdad y sin aparente motivo alguno, generando pánico entre los residentes del vecindario.
El habitante de calle, cuya identidad no fue revelada por las autoridades, intentó huir y pedir ayuda, pero fue alcanzado nuevamente por su atacante, quien lo hirió mortalmente. Según el reporte forense, el cuerpo presentaba múltiples lesiones en el tórax y el abdomen, lo que provocó su muerte inmediata.
Tras cometer el crimen, García Gordillo abandonó el cuerpo en plena vía pública e intentó escapar del lugar. Sin embargo, fue capturado en flagrancia por una patrulla de la Policía Nacional que realizaba recorridos por la zona. Los uniformados hallaron el arma con la que se cometió el homicidio, además de prendas manchadas de sangre que correspondían al agresor.
Durante la audiencia, la Fiscalía presentó pruebas contundentes que demostraron la autoría directa del procesado en los hechos. Ante la evidencia irrefutable, García Gordillo aceptó los cargos dentro de un preacuerdo judicial, que fue avalado por el juez de conocimiento.
El delito fue tipificado como homicidio agravado, debido a la condición de vulnerabilidad de la víctima y la sevicia con la que se cometió el acto. La sentencia establece una pena de 16 años de prisión, que deberá cumplir en un establecimiento carcelario de la región.
Las autoridades reiteraron su rechazo a estos actos de violencia y recordaron la importancia de proteger la vida de todos los ciudadanos, sin importar su condición social. Este caso, aseguran, refleja la urgencia de atender a la población habitante de calle y reforzar los programas de convivencia en la ciudad.



