Hombre gasta £ 160,000 Euros para visitar 700 tumbas para ‘conocer a los ricos y famosos’ de todo el mundo

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Mark Dabbs ha gastado una fortuna en financiarse para viajar por todo el planeta y visitar las tumbas de algunas de las figuras más famosas y notables de la historia que ya no están entre nosotros.

La obsesión de un hombre lo ha enviado a más de 700 cementerios en todo el mundo, desembolsando £ 160,000 en el camino.

La determinación de Mark Dabbs de rastrear los lugares de descanso final de los ricos y famosos se ha apoderado de su vida.

Su afición que lo consume todo lo ha llevado por todas partes, buscando las tumbas de personajes históricos y celebridades y «conociendo» a los ocupantes.

Entre la variedad de tumbas famosas que ha visitado el hombre de 49 años se encuentran las de John F. Kennedy, en Washington DC, y Marilyn Monroe en Los Ángeles.

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Y no tiene planes de parar.

La enfermera Mark dijo: “En el Reino Unido, probablemente he visitado cientos de tumbas famosas, he visitado todas las tumbas de nuestros primeros ministros, excepto las tres que no tenían tumbas.

“Me encantó ver a Sir Roger Bannister como atleta en Oxford.

“Sin embargo, no es posible hacer Escocia sin Robert Burns, poeta, Jim Clark, piloto de carreras y JM Barrie, autor de Peter Pan. Estoy muy interesado en la historia y los asuntos mundiales y me gustaría volver a Moscú para encontrar a Stalin como lo hice con Churchill y Roosevelt”.

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Agregó: “He tenido muchas conversaciones interesantes con personas cuando he tratado de encontrar las tumbas y muchos están realmente interesados”.

Pero no todo ha sido sencillo en sus viajes. Él dijo: “Cuando fui a Oyster Bay para encontrar la tumba de Theodore Roosevelt, no había nadie allí, pero estaba detrás de las rejas y la puerta estaba cerrada.

“Encontré una escalera de metal

cerca, estaban haciendo un trabajo, y me subí para tomar la foto, pero luego la escalera se cayó.

Mark, de Wolverhampton, agregó: “Pensé que estaría atrapado allí durante horas. Me las arreglé para enganchar el peldaño inferior con mi trípode y tirar de él.

«¡Puedes apostar que estaba tan, tan aliviado de salir de allí!»


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