Un tipo avergonzado que fue llevado a A&E por su esposa por estreñimiento y dolor severo recibió un diagnóstico simple: había tenido una enorme botella de agua atorada en su trasero durante tres días.
El hombre iraní fue trasladado de urgencia al hospital sufriendo de anorexia, dolor abdominal y sin poder hacer los números dos.
Pero el paciente, de 50 años, que tenía antecedentes de depresión, sabía cuál era la causa raíz: simplemente no se lo había confesado a su señora porque estaba avergonzado y asustado de ella, según un Informe de caso clínico publicado en Wiley Online Library.
El informe indica que el hombre no parecía estar mal cuando los médicos lo revisaron por primera vez en febrero, pero un ultrasonido detectó rápidamente el «cuerpo extraño» que se había atascado en su jacksie.
La botella medía 193 mm por 47 mm y estaba “en una región a 10 mm de la unión anorrectal sin ninguna perforación evidente”. La base de la botella estaba cerca del colon del tipo y la parte superior estaba cerca de su ano.
Fue llevado a cirugía, donde «la botella fue arrastrada con cuidado y lentamente desde el recto hasta la abertura del ano, y el cirujano la extrajo con éxito sin ruptura ni sangrado».
El informe, que fue publicado en el sitio de salud con el consentimiento del hombre, dice: “Por su vergüenza y miedo a su esposa, no aportó ningún antecedente de la presencia de un cuerpo extraño en el recto y llegó al hospital. Urgencias tarde.”
El paciente, que ha sido remitido a un psiquiatra, permaneció en el hospital durante cinco días y los controles de seguimiento no mostraron evidencia de sangrado o lesiones.
Cuando fue dado de alta, se lo describió como «en buen estado general y sin incontinencia», y un examen de seguimiento un mes después no encontró más problemas.
El informe agrega que la mayoría de los cuerpos extraños insertados en la parte trasera de las personas están allí para la gratificación sexual, lo que significa que generalmente son suaves, lo que facilita su extracción.