Hombre asesinó a su expareja en Rio Negro, Antioquia y luego le confesó a la policía el crimen

María Camila Buritica fue estrangulada y luego arrojada a un caño por su antiguo compañero sentimental, quien la amenazó de muerte por no querer seguir en la relación.
Cortesía Google
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Un policía que se encontraba patrullando cerca de la entrada de la finca El Capricho, en la vereda El Tablazo, en Rionegro, Antioquia, vio acercarse hasta la caseta de guardia a un hombre con la ropa mojada y en evidente estado de alteración. El uniformado salió a su paso. El hombre inmediatamente le reveló su identidad, Diego Luis Ocampo Ceballos, y le confesó que acababa de asesinar a su expareja.

 

El uniformado retuvo al hombre y solicitó refuerzos, a los pocos minutos, llegaron y se dirigieron hasta una quebrada donde encontraron el cuerpo de María Camila Buritica López, una joven de 23 años, a quien Ocampo Ceballos estranguló ante la negativa de su expareja de continuar con la relación.

 

Seguidamente el asesino confesó que había arrojado al caño el cuerpo de la mujer una hora antes de aceptar su crimen. Tras conocerse el hecho, la familia de María Camila llegó hasta el sitio del feminicidio y ante el riesgo de que fuera linchado la policía lo trasladó a un CAI.

 

Allegados contaron que María Camila residía con sus padres en el sector Chamizal, de la vereda El Tablazo. Era madre de un niño de ocho años, a quien Diego Luis, su papá, no tuvo reparos en confesarle días antes lo que pretendía hacer con su mamá.

 

La hermana de la víctima, contó que hace unos días, tras salir de un partido, Ocampo se apareció en la cancha de El Tablazo y les exigió a María Camila, su hermana y el niño, que subieran al carro que conducía y las amenazó.

 

Ellas se negaron, pero el niño accedió. Fue allí cuando le contó que iba a matar a María Camila, la descuartizaría y luego se entregaría a las autoridades con acto de venganza.

 

Después de ello, el niño le contó alarmado a su mamá lo que le iban hacer, quien inmediatamente llamó a la Fiscalía a radicar la denuncia. Allí le dijeron que tenía que asentar el radicado que le habían entregado, pero no alcanzó a recibir la protección de las autoridades.

 

Por ello, cuando salió a trabajar, fue asaltada por Diego Luis, quien tras asesinarla y antes de presentarse ante la policía llamó a su propia mamá a confesar que finalmente había cometido el crimen de su expareja.


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