En una jornada calificada como histórica, el gobierno de Sudán del Sur firmó un acuerdo de paz definitivo con los principales grupos rebeldes del país. La ceremonia se realizó en Juba, con la presencia de representantes internacionales y líderes africanos, quienes celebraron este paso crucial hacia la reconciliación nacional. El conflicto, que se prolongó por más de una década, ha dejado cientos de miles de muertos y desplazados.
El nuevo pacto incluye reformas políticas, la integración de los rebeldes en el ejército nacional y un compromiso de realizar elecciones democráticas en los próximos dos años. La comunidad internacional ha prometido apoyo financiero y técnico para implementar los puntos del acuerdo, que podría transformar el panorama humanitario en la región. La esperanza renace entre una población agotada por la violencia.



