El reloj marcaba las 5:00 de la mañana del domingo seis de abril, cuando en Villavicencio comenzaban a sonar los voladores y a sentirse la algarabía por el cumpleaños 185 de la ciudad. A esa misma hora por la vía a Catama, escenario de múltiples tragedias, se desplazaba en su motocicleta Julián Camilo Aguirre.
La tragedia
Un taxista de la ciudad relató a este medio que, vio pasar muy rápido a Julián y a los segundos se sintió el estruendo. En la mencionada vía, frente a una de las calles de ingreso al barrio Seis de Abril, la motocicleta del joven de apenas 22 años se habría estrellado contra un poste ubicado en el separador vial, quedando el rodante en un carril y su cuerpo en el otro.
Impacto letal
Conductores que se trasladaban por la zona señalaron que el impacto fue letal. “Cuando nos acercamos no había nada por hacer, al muchacho se le había reventado la cabeza y toda la sangre estaba esparcida en el asfalto, fue una escena impresionante. La Policía justo iba transitando por ahí y de inmediato acordonaron y dieron inicio al proceso”, comentó un testigo.
Hechos
Vecinos del barrio Seis de Abril, relataron que, despertaron con el sonido de la papayera por el aniversario de su barrio que coincide con el de la ciudad, “salimos a ver los músicos y la gente, pero de un momento a otro se callaron y era porque iban cruzando justo frente al lugar de esa tragedia tan terrible. Mientras se festejaba la fecha, un jovencito partía de este mundo”, relató una mujer que reside junto a la vía Catama.
En medio de la labor investigativa, EXTRA logró establecer que, el hoy occiso era oriundo del municipio de Cubarral, había vivido en San José del Guaviare y residía en Villavicencio, misma tierra donde sus ojos se cerraron para siempre.
Julián era músico, había hecho parte de Banda la Fe y de Ariari Song. Como talentoso y apasionado por la vida y sus sueños, era definido el joven que, además será recordado por ser un excelente hijo y amigo.
Ese día de la tragedia, al parecer, Aguirre también se sumaría a una de las alboradas en la ciudad. Según información conocida por este medio, presuntamente había salido de un establecimiento nocturno donde laboraba y se desplazaba hacia La Madrid, donde sería el trompetista de la papayera.
Desafortunadamente, Julián no pudo llegar y uno de sus compañeros se habría ido hacia el lugar del siniestro, quedando solo dos integrantes del grupo que, aun en medio del dolor cumplieron con la presentación. La trompeta de Aguirre no volverá a sonar y su ausencia quedará marcada en el alma de amigos y familiares que hoy lloran su repentina partida.




