El “mundo adulto” cada vez demanda más tiempo y poco a poco se va robando los espacios tan necesarios para compartir en familia o dedicarse un espacio así mismo. Sin embargo, es posible mantener un equilibrio y lo primordial es tener claras las prioridades y entender que no es posible hacer todo en un mismo espacio, tiempo o lugar.
Lina Acosta, especialista en crianza y creadora de Red Mamás, resaltan algunas acciones que los adultos deben tener en cuenta a la hora de dedicarle tiempo de calidad a sus hijos sin dejar de lado el cuidado personal.
Llegada la etapa de padres de familia, la vida inevitablemente cambia, lo que implica que hay cosas o actividades que se tendrán que poner en pausa mientras se procura ofrecer la mayor cantidad y calidad de tiempo a los hijos. Sin embargo, es importante que esta labor se combine con buenas dinámicas que deben ser apoyadas con un impecable trabajo en equipo, para que así el adulto pueda dedicarse un poco de tiempo y no dejar del todo sus actividades cotidianas, de recreación o esparcimiento.
“Las madres y los padres son también hombres y mujeres. No solo es recomendable, es necesario que procuren realizar otras actividades diferentes a las labores de crianza. ¿Por qué? Sencillo, porque quienes cuidan también deben cuidar su salud física, mental y emocional. Un papá y una mamá que se sienten bien tendrán más energía, paciencia y tolerancia frente a los retos que trae la crianza” afirmó Lina Acosta.
¿Es correcto que los padres deleguen el cuidado de un bebé?
Existe un ejercicio que puede implementarse, para así poder entender el alcance de todas las responsabilidades que tienen los adultos y cómo se pueden combinar con la labor de ser papás. Se trata de construir una lista de todas las cosas que deben hacer (sin importar qué tan fáciles parezcan), cuando se baja lo que se tiene en la cabeza al papel, es más fácil dimensionar la cantidad de actividades que realizan y sobre eso poder tomar decisiones como cancelar, delegar o poner en pausa algunas cosas.
Con el nacimiento de un bebé se asume que papá y mamá permanezcan, si es posible, las 24 horas del día con su pequeño. Pero además de ser una labor encantadora es agotadora, por lo tanto es importante que los papás no se sientan mal si delegan el cuidado de su bebé en manos de otro adulto responsable, de confianza y que le brinde amor y respeto a su hijo, mientras se dedican un poco de tiempo para recargar energía.
Es importante que el adulto no pierda de vista sus sueños, porque su fortaleza, disciplina y empuje serán un gran ejemplo a seguir para sus hijos. Además, debe recordar que el sentimiento de culpa o sentirse mal por dejar a su bebé no es propia, es fruto de la forma en la que lo criaron basada en un constructo social que supone que la maternidad y el cuidado de los hijos pertenece solo a las mujeres. Hoy en día sabemos que la crianza es co-responsabilidad de madres y padres.
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