La delegación colombiana celebró por todo lo alto la medalla de oro conseguida por Heidy Santillana, quien se consagró campeona en la categoría de 70 kilogramos de judo en los Juegos Panamericanos Junior realizados en Asunción, Paraguay.
Desde el inicio de la competencia, Santillana dejó claro que no había viajado para conformarse con menos que el primer lugar. Su técnica depurada, su lectura de combate y su fortaleza física la convirtieron en una de las rivales más temidas del certamen.
En las rondas previas, la judoca vallecaucana superó con autoridad a sus contrincantes, imponiendo su ritmo y aprovechando cada oportunidad para puntuar. Su camino hacia la final fue impecable, sin dejar dudas de su superioridad en el tatami.
La gran final la enfrentó contra la experimentada brasileña María Olivera, una rival de gran trayectoria internacional. El combate fue intenso, con momentos de tensión y rápidas transiciones que mantuvieron al público al filo de sus asientos.
Santillana mostró una mentalidad férrea. En los momentos clave, defendió con solvencia y contraatacó con precisión quirúrgica. Su táctica le permitió controlar el marcador y mantener a Olivera sin opciones claras de victoria.
Cuando el reloj marcó los últimos segundos, la emoción invadió a la delegación colombiana. El triunfo se selló con una técnica impecable que dejó a la brasileña sin capacidad de respuesta y confirmó el oro para Colombia.
Las gradas estallaron en aplausos y vítores. Compañeros de equipo, entrenadores y seguidores celebraron la victoria que, además de sumar al medallero, refuerza la presencia del judo colombiano en el panorama internacional.
En declaraciones posteriores, Santillana expresó su felicidad y agradeció a su equipo técnico, familiares y a todos los que la apoyaron. “Este oro es para Colombia, para mi tierra, y para todas las niñas que sueñan con llegar lejos en el deporte”, dijo con una sonrisa.
Su entrenador destacó la disciplina y constancia de la judoca, recordando que su preparación fue intensa y exigente. “Heidy es un ejemplo de esfuerzo, compromiso y pasión por lo que hace. Este resultado es fruto de años de trabajo”, afirmó.
Más allá del resultado, la actuación de Santillana envía un mensaje de inspiración para la nueva generación de judocas colombianos, quienes ven en ella un modelo a seguir dentro y fuera del tatami.
Con este triunfo, Colombia cierra una participación destacada en judo en los Juegos Panamericanos Junior, reafirmando que el talento nacional sigue creciendo y puede competir de igual a igual con las potencias del continente.
El nombre de Heidy Santillana ya figura entre las grandes promesas del judo internacional. Su oro en Asunción no solo es una medalla, sino una puerta abierta a nuevas oportunidades y retos en el alto rendimiento.
