Según las comunidades, la víctima fue identificada como joven Jair Peteche, quien era oriundo de la zona y trabajaba en los oficios de la agricultura. Hasta el momento se desconocen las causas por las cuales fue ultimado.
Las comunidades del sector ancestral de El Naya, perteneciente al Resguardo de Tacueyó, municipio de Toribío, norte del Cauca, en las últimas horas confirmaron el hallazgo de un cuerpo de sexo masculino, el cual presentaba varias heridas ocasionadas por arma de fuego.
Traslado
Varios líderes de la zona, se encargaron de trasladar el cuerpo hasta la zona urbana, con el objetivo de las autoridades competentes realizaron la debida inspección técnica de cadáver. En medio de los procedimientos y a través de las diligencias judiciales, se pudo establecer su plena identidad. Uno de los indígenas, manifestó que se trataba del joven Jair Peteche, quien era oriundo de El Naya y trabajaba en los oficios de la agricultura.
Heridas
Hasta el momento se desconocen los motivos y las causas por las cuales fue ultimado. “La víctima, presentaba lesiones por arma de fuego en la región del pecho y tórax. Por intermedio de las redes sociales, se logró ubicar su familia, la cual se encargó de apersonarse de la difícil situación. El cuerpo fue llevado a su lugar de origen, donde se llevó a cabo su velación y honras fúnebres”.
Investigan
Cabe indicar que el caso quedó en manos de las autoridades ancestrales, las cuales se encargaran de llevar a cabo todas las investigaciones respectivas para tratar de esclarecer lo acontecido y de igual manera poder identificar que grupo armado ilegal que cometió el crimen. Los familiares esperan que el caso no quede impune; al igual pidieron a los grupos armados, no seguir con este tipo de crímenes selectivos, asesinatos que acaban con los sueños de los comuneros.
Abandono estatal
“En esta zona abandonada por el gobierno caucano, delinquen las disidencias de las Farc, las cuales vienen cometiendo una serie de atropellos contra la población civil. Ellos vienen reclutando a la fuerza jóvenes para que hagan parte de sus filas; muchos menores, al oponerse, son asesinados de manera salvaje. La zona del Naya, la cual queda en medio de montañas, de caminos de herradura y peñascos, está en manos de la guerrilla donde infortunadamente el Estado y los entes competentes no hace nada para garantizar la tranquilidad y seguridad de sus habitantes”.
