El Ejército Nacional confirmó el hallazgo sin vida del Sargento Segundo Jhon Alexander Osorio Hernández en la madrugada de este jueves, dentro de las instalaciones del Fuerte Militar de Tolemaida, en el departamento del Tolima. Las circunstancias del hecho aún son materia de investigación por parte de las autoridades competentes.
Según el comunicado oficial emitido por la institución castrense, el cuerpo del suboficial fue encontrado hacia las 5:00 a. m. en un sector conocido como Los Mangos, ubicado a un costado de la carretera principal dentro del complejo militar. Osorio Hernández hacía parte del Comando de Educación y Doctrina y se desempeñaba como instructor del Comité Móvil de Instrucción de la Escuela de Artillería, adscrito al Batallón de Reentrenamiento del Batallón de Artillería N.° 27.
La línea investigativa inicial, basada en el análisis de las cámaras de seguridad del batallón, habría detectado la salida de un vehículo con aparentes daños en el capó y el vidrio panorámico frontal, lo que levantó sospechas entre los investigadores. Estos indicios habrían derivado en la captura del Teniente Coronel Juan Carlos Pinzón Pinzón, quien estaría vinculado como presunto responsable de los hechos.
Este caso, que apunta a un posible homicidio dentro de instalaciones militares, ha generado profunda preocupación, especialmente por el hermetismo con el que ha sido manejado. Diversos sectores han exigido que el Ejército Nacional brinde una explicación clara y transparente, que permita conocer las circunstancias reales en las que falleció el suboficial.
Una de las preguntas más inquietantes gira en torno a si el oficial implicado, el teniente coronel Pinzón, se encontraba bajo los efectos del alcohol o en uso pleno de sus facultades al momento del presunto crimen. Aún no se conocen detalles forenses ni testimoniales que puedan esclarecer con certeza este punto.
Cabe recordar que, según versiones no oficiales, hace algunos meses otro sargento fue hallado muerto en el mismo sector dentro del fuerte, sin que hasta la fecha se haya esclarecido lo ocurrido ni se hayan identificado responsables, lo que incrementa la alarma frente a los protocolos de seguridad interna en estas instalaciones.
Jhon Alexander Osorio Hernández era hijo único, cabeza de familia, y es recordado por quienes lo conocieron como un joven ejemplar, tranquilo, disciplinado, entregado a su labor militar y comprometido con el bienestar de la sociedad. Su pérdida ha generado conmoción no solo entre sus compañeros de armas, sino también en su círculo familiar y social.
La comunidad espera que este caso no quede en la impunidad y que se adelanten investigaciones exhaustivas, con los debidos procesos judiciales, para esclarecer lo sucedido y sancionar, de ser el caso, a los responsables materiales e intelectuales de este trágico suceso.




