En un nuevo hecho que genera preocupación en el departamento de Nariño, fue hallado un cuerpo sin vida en avanzado estado de descomposición en la vereda La Herradura, margen del río Patía, específicamente en los terrenos de una finca perteneciente al señor Jairo Solarte. El hallazgo fue reportado por habitantes del sector que notaron la presencia del cadáver en una zona boscosa y de difícil acceso esto teniendo en cuenta que además es una zona rural que se encuentra localizada entre los municipios de Cumbitara y Policarpa.
Según la información suministrada por la comunidad, el cuerpo correspondía al de un hombre de tez blanca, contextura delgada y estatura alta, cuyas características físicas fueron difundidas inicialmente a través de redes sociales con el objetivo de lograr su identificación. Se presume que el cadáver llevaba varios días en el lugar antes de ser encontrado, lo cual complicó el proceso de reconocimiento visual inmediato además del estado en el que se hallaba.
De manera extraoficial se conoció que aparentemente debido al estado de descomposición del cuerpo y conmovidos por la escena, algunos habitantes del sector decidieron enterrarlo de manera provisional en las inmediaciones del lugar donde fue hallado, con la intención de evitar que aves carroñeras continuaran deteriorando los restos. Según informaron, el cadáver presentaba un nivel de deterioro tan alto.
Gracias al llamado urgente hecho por los habitantes se logró que la información llegara rápidamente a posibles allegados del fallecido. Finalmente, en horas posteriores al hallazgo, familiares del hombre lograron establecer su identidad y confirmaron que se trataba de un ser querido que se encontraba reportado como desaparecido desde hacía varios días.
Gracias a las fotografías que fueron difundidas a través de redes sociales por habitantes del sector, se presume que fue posible que personas cercanas al fallecido reconocieran algunas características físicas y dieran aviso a posibles familiares, lo que permitió iniciar un proceso de contacto. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición, la identidad oficial del hombre continúa sin ser confirmada por las autoridades, y se espera que en las próximas horas se realicen los trámites forenses necesarios para verificar plenamente su nombre y procedencia.
El caso sigue siendo objeto de investigación judicial. Este hecho vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de fortalecer los mecanismos de búsqueda de personas desaparecidas, así como de mejorar la presencia institucional en las zonas rurales, donde muchas veces la ausencia de servicios básicos y de control estatal retrasa la reacción ante situaciones como esta.
