En la mañana de este viernes 24 de junio se produjo un hallazgo que conmocionó a toda Barranquilla. Se trata del feto de un bebé que fue arrojado a un basurero en un barrio de la ciudad.
Las autoridades policiales informaron a los medios de comunicación que los vecinos del sector La Ceiba, se percataron de la presencia del recién nacido en una zona llena de escombros y residuos de comida ya dañada.
El bebé incluso tenía el cordón umbilical aún adherido y sospechan que fue arrojado la madrugada del jueves por su indolente madre.
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El descubrimiento de cadáveres, especialmente de niños, se ha convertido en un acontecimiento recurrente para las autoridades. El pasado martes, 21 de junio, también se encontró el cuerpo de un niño de seis meses de nacido en las orillas del río Medellín.
En ese momento, las autoridades señalaron que el cuerpo del menor fue extraído del afluente a la altura de la vereda Popalito, ubicada en zona rural del municipio de Barbosa, al norte del Valle de Aburrá.
Según las autoridades de la subregión, la terrible escena fue vista por un operario de la hidroeléctrica Carlos Lleras Restrepo, mientras operaba una máquina de limpieza que filtra el afluente con rejillas y brazos hidráulicos.
Una vez vio el cuerpo, ya en avanzado estado de descomposición, el sujeto alertó a la Policía a través de la línea de emergencia y las unidades de investigación judicial acudieron al lugar con grupos de rescate especializados. Presuntamente, el bebé tenía laceraciones causadas por la corriente del afluente.
