Hallan nueve cuerpos en el Cementerio Central de Pasto

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En una escena que mezcla dolor, misterio y esperanza, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) culminó la tercera fase de intervención en el Cementerio Central Nuestra Señora del Carmen, en Pasto, donde fueron recuperados nueve cuerpos que podrían pertenecer a víctimas del conflicto armado colombiano.

Durante semanas, un grupo especializado de forenses trabajó en silencio sobre tres hectáreas del camposanto, escarbando cuidadosamente entre capas de tierra que guardaban secretos de más de dos décadas. En algunos puntos, los restos humanos fueron hallados a más de dos metros de profundidad, una muestra del ocultamiento sistemático de quienes alguna vez tuvieron nombre, rostro y familia, y que hoy esperan ser identificados.

Fosas

Según la Unidad, los cuerpos hallados podrían corresponder a personas desaparecidas en los departamentos de Caquetá, Huila y Chocó, regiones golpeadas por años de violencia, desplazamientos y fosas anónimas. Aunque aún no se revelan identidades ni fechas aproximadas de muerte, los hallazgos reabren las heridas de cientos de familias que todavía buscan a sus seres queridos.

El Cementerio Central de Pasto, uno de los más antiguos y visitados del departamento de Nariño, se ha convertido en un verdadero escenario de investigación forense, pues bajo sus tumbas reposan decenas de historias inconclusas. Para los vecinos del sector, cada intervención despierta sentimientos encontrados: la tristeza por quienes fueron enterrados sin justicia y la esperanza de que, algún día, puedan regresar a sus hogares, aunque sea en forma de memoria.

Intervención

“Es doloroso saber que aquí, donde uno viene a dejar flores, también descansan víctimas de la guerra que nunca conocieron paz”, comenta conmovida doña María Fernanda, vecina del barrio San Agustín y visitante habitual del cementerio. “Uno no puede evitar pensar cuántas más podrían estar ahí, sin nombre, esperando que alguien las encuentre”.

La Ubpd informó que esta es apenas una parte del proceso. En fases anteriores, también se habían recuperado restos humanos en zonas adyacentes, lo que sugiere que el número de víctimas podría aumentar en futuras intervenciones. Cada cuerpo, cada hueso encontrado, representa un paso hacia la verdad en un país donde la desaparición forzada ha dejado miles de historias suspendidas en el tiempo. Mientras las autoridades continúan con los análisis genéticos y antropológicos para establecer la identidad de los cuerpos, la ciudad de Pasto se estremece ante el eco de un pasado que sigue latiendo bajo sus pies.



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