El misterio que rodeaba la desaparición del mayor Edward Fabián Vergara Sierra, oficial de la Policía Metropolitana de Manizales y oriundo de Pasto, terminó en tragedia. Su cuerpo, junto al de su acompañante Gian Marco Roldán Ibarra, fue hallado en la tarde del 16 de septiembre en una fosa ubicada en la vereda Río Claro, zona rural entre Manizales y Chinchiná.
De acuerdo con el reporte oficial, una llamada a la línea 123 alertó sobre la presencia de dos cadáveres cubiertos con tierra. Al llegar al lugar, patrullas de vigilancia confirmaron la información y de inmediato se dio paso a las diligencias judiciales, asumidas por unidades del CTI de la Fiscalía.
Las víctimas fueron reconocidas por sus prendas de vestir, mientras que Medicina Legal adelanta los estudios de necropsia para determinar las causas exactas de la muerte.
El mayor Vergara, jefe del Centro Automático de Monitoreo de la Policía de Manizales y con experiencia en labores de inteligencia, había desaparecido el pasado 9 de septiembre. Esa noche fue visto saliendo del edificio Verona, en el barrio La Carola, en compañía de Roldán Ibarra a bordo de un Mazda 3 de placas JCO 499.
Cámaras de seguridad captaron al vehículo pasando por el peaje de Circasia, en el Quindío, a unos 75 kilómetros de Manizales. Desde entonces no se supo nada más de ellos ni del automóvil, que aún no ha sido encontrado.
Lo que inicialmente se catalogó como una desaparición extraña ahora apunta a un doble homicidio. Fuentes policiales no descartan que se trate de un ajuste de cuentas, aunque las autoridades no descartan ninguna hipótesis. La investigación busca establecer con quiénes tuvieron contacto las víctimas en sus últimas horas y cómo terminaron sepultados en una fosa en plena zona rural de Caldas.

