Científicos australianos anunciaron el hallazgo de huevos de cocodrilo con una antigüedad superior a los 55 millones de años, un descubrimiento que ofrece nuevas pistas sobre la vida en los antiguos ecosistemas acuáticos del continente. Estos fósiles extraordinariamente preservados pertenecen a un grupo extinto de cocodrilos que dominó ríos, lagos y humedales en una época en la que Australia tenía un clima mucho más cálido y húmedo que el actual.
Fósiles que revelan un linaje perdido
El equipo de investigación encontró los huevos en una capa sedimentaria que se remonta al Paleoceno tardío, justo después de la extinción masiva que terminó con los dinosaurios. El análisis de las capas minerales que rodeaban los huevos permitió determinar su edad y confirmar que provienen de un linaje ya desaparecido, diferente a los cocodrilos modernos.
Estos reptiles ocupaban un rol clave en el ecosistema, actuando como depredadores ápice y reguladores naturales de otras especies. Su desaparición sigue siendo un misterio, aunque los científicos creen que cambios climáticos drásticos pudieron haber sido determinantes.
Una ventana al pasado ecológico de Australia
Además de su rareza, los huevos fosilizados ayudan a los investigadores a reconstruir cómo se comportaban estos antiguos cocodrilos, cómo incubaban y cómo interactuaban con su entorno. El hallazgo también refuerza la idea de que Australia fue hogar de una diversidad reptiliana mucho mayor de lo que se pensaba.
Próximos pasos de la investigación
Los científicos continúan analizando los fósiles con herramientas de escaneo 3D y modelos digitales que permitirán obtener detalles adicionales sobre la forma, la textura y el proceso de fosilización. Los resultados podrían aportar información inédita sobre la evolución de los cocodrilos y sobre cómo los antiguos ecosistemas respondieron a cambios globales.
