El cuerpo sin vida de Carlos Andrés López, un niño de 12 años, fue encontrado tras haber sido arrastrado por la corriente del río Curiaco. El trágico suceso ocurrió cuando una fuerte lluvia provocó la repentina subida del nivel del agua, sorprendiendo al menor mientras se encontraba cerca del afluente. Desde entonces, la familia y la comunidad lo buscaban incansablemente, con la esperanza de encontrarlo con vida.
Los esfuerzos inmediatos de los familiares y vecinos no fueron suficientes para contrarrestar la fuerza de las aguas, que rápidamente arrastraron al niño, llevándolo a varios metros de distancia. La angustia de la familia se intensificó con cada minuto que pasaba sin noticias de su paradero.
Tras la desaparición del menor, los residentes del área se unieron a los esfuerzos de búsqueda, mientras que los organismos de socorro y el Cuerpo de Bomberos se sumaron rápidamente para localizarlo. La búsqueda fue extensa y se extendió por varias horas, hasta que finalmente, el cuerpo de Carlos Andrés fue hallado en una zona alejada del lugar donde había sido arrastrado por la corriente.
Las autoridades locales han iniciado una investigación para determinar las causas exactas del aumento del nivel del río en esa área específica y si existieron fallas en las alertas tempranas que podrían haber evitado esta tragedia. También se están evaluando las condiciones de seguridad en las zonas cercanas a los cuerpos de agua para evitar futuros accidentes similares.
La familia del menor, profundamente afectada, ha expresado su agradecimiento por los esfuerzos realizados por la comunidad y los equipos de rescate. Sin embargo, el dolor por la pérdida de Carlos Andrés sigue siendo inmenso. La comunidad local también se encuentra consternada por este trágico incidente, que resalta la vulnerabilidad de muchas familias frente a eventos naturales impredecibles.