María Camila Sáenz Murillo, había desaparecido desde el pasado domingo, en el sector de la punta del palo.
Según fuentes oficiales, el día miércoles 25 de enero,pescadores del sector de «Los Chorros» en Honda Tolima, encontraron el cuerpo de una persona sobre las aguas del Río Magdalena, en avanzado estado de descomposición, con heridas provocadas con arma corto punzante.
Pistas
Se conoció lugareños de la rivera del rio Magdalena, informaron a las autoridades del municipio de Honda, la presencia de en cuerpo sin vida de una mujer la cual se encontraba semidesnuda flotando en medio de una palizada luego de ser arrastrada por las corrientosas aguas del afluente, rápidamente los pecadores, lograron arrastrar el cadáver hasta la orilla, para que los organismos de socorro junto con las autoridades realizarán el rescate del cuerpo.
Investigación
Unidades de Reacción Inmediata (URI) del municipio de Honda, fueron los encargados de realizar la inspección técnica del cadáver y su posterior traslado hasta las instalaciones de medicina legal, según los investigadores, al parecer el cuerpo presentaba notables signos de violencia, en este caso heridas provocadas con arma corto punzante, y un avanzado estado de descomposición donde sus rasgos físicos habían desaparecido, por el tiempo que permaneció bajo el agua, sin embargo, algunos tatuajes en la espalda fueron pieza clave para que familiares, indicaran que se trataba del cuerpo de María Camila Sáenz Murillo, que había sido reportada como desaparecida.
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Se conoció que la mujer tenía un tatuaje con las huellas de su pequeño hijo, junto con el nombre y la fecha de nacimiento, en este momento el cuerpo permanece en las instalaciones de medicina legar de este municipio, por el estado en que fue hallado el cadáver, serán necesarias las pruebas de ADN, para confirmar su plena identidad y las causas del deceso, para que pueda ser entregado a sus seres queridos.
¿Quién era?
Infortunadamente María Camila se encontraba pasando por una etapa complicada de su vida, ya que, desde hace unos años, había caído en el oscuro mundo de las drogas, que poco apoco la fue alejando de su familia, sin embargo, a pesar de su condición, iba con frecuencia de paso a la casa de sus familiares en el barrio La Esmeralda.
