La denuncia del antiguo jefe de seguridad de Twitter, Pieter Zatko, acusa a la empresa de una mala gestión generalizada y de «atroces deficiencias» en los protocolos de seguridad. La denuncia también describe al cofundador de Twitter, Jack Dorsey, como «desconectado» y «sin timón» Las acusaciones de Zatko han sacudido a Twitter y a su percepción pública, al tiempo que han dado a Elon Musk nueva munición en su lucha contra Twitter sobre la compra de la compañía, y su valor.
Un doble CEO
Los críticos aseguran que la disfunción en Twitter comenzó con Dorsey. Ha sido su talón de Aquiles desde que fue echado como CEO en 2008, supuestamente por pasar demasiado tiempo en clases de diseño de moda y practicando yoga.
Desde entonces, su reputación de visionario se ha visto empañada por los relatos que lo describen como un líder ausente, poco comunicativo e indeciso que, en ocasiones, delegaba las decisiones más importantes en otros miembros de la empresa. En los primeros días de Twitter, era conocido por no gustarle las críticas y le gustaba atribuirse el mérito de las cosas, como señala The Verge, que cita el libro de 2013 «Hatching Twitter».Siete años después de su salida de la cúpula de Twitter en 2008, Dorsey fue contratado de nuevo como CEO después de que su predecesor, Dick Costolo, sustituyera a gran parte de la dirección, sacara la empresa a bolsa y no consiguiera beneficios.
Antes de volver a Twitter, Dorsey lanzó Square, que ahora se llama Block. Siguió siendo CEO de Square cuando recuperó el puesto más alto de Twitter.Su condición de doble CEO, poco habitual en el mundo empresarial, se convirtió en blanco de críticas. Algunos cuestionaron cómo un líder podía dirigir eficazmente dos empresas al mismo tiempo.A principios de 2020, el hedge fund Elliott Management compró una parte considerable de Twitter. La firma presionó para que se hicieran cambios en la compañía, incluyendo la destitución de Dorsey, la incorporación de nuevos consejeros y el establecimiento de un ritmo más rápido de innovación del producto.




