

Diana Gutiérrez y Sandro Pinto, se pronunciaron debido a las recientes acusaciones a las que se han sometido.
Hace pocos días por este medio de comunicación, se dio a conocer que al parecer una propiedad ubicada en el barrio Limonar no estaría cumpliendo con las normas urbanísticas, ante dichas acusaciones los propietarios de la obra hablaron sobre la actual situación por la que están pasando, “nos sentimos perseguidos, señalados, sin saber qué daño le estamos haciendo a Ibagué, si lo único que venimos a hacer fue traer progreso” aseveró Diana Gutiérrez, una de las propietarias, por otro lado, su esposo quien es identificado como Sandro Pinto expresó que al principio la obra si presentaba ciertas irregularidades por irrespetar el espacio del antejardín.
De acuerdo con la información dada por Pinto, ante el conocimiento que la obra irrespetaba las normas urbanísticas, se encargaron de reorganizar la estructura para que ésta cumpliera con las normas, “ por ignorancia nos salimos de los límites, nosotros pensábamos que teníamos derecho a toda el área, la cual es de 109 metros cuadrados, creíamos que podíamos hacer lo mismo que los demás establecimientos tienen, como el Establo y todo el resto que tiene invadido el antejardín, pero, la obra estuvo cerrada nueve meses y ya se subsanó” declaró Diana.
Cabe señalar que no solo se les acusaba de dicho incumplimiento, pues al parecer también eran señalados por no contar con una licencia de construcción, sin embargo, ellos comentan, “la licencia no fue comprada, no fue robada, no fue regalada. Duramos año y tres meses para poder que nos la dieran”, aseguraron los propietarios, además, se decía que dicha obra no cumplía con todas las normas sismorresistentes, lo cual no sería cierto, pues según Pinto, la estructura cumple con todas las normas, sin embargo, las autoridades urbanísticas en nueve visitas que han hecho no lo han avalado.
Con respecto a estas afirmaciones surgen varias inquietudes, pues Pinto, asegura que dichas acusaciones por parte de la veeduría, se podría dar por intereses, “ yo no veo que estas personas ataquen a los demás establecimientos, eso me sabe a que le están pagando para que nos moleste” recalcó.
Por último se debe destacar que la veeduría habría pedido demoler esta obra, “ si eso llegara a pasar estarían afectando a una familia que por más de 20 años se han esforzado, un veedor está para ayudar y no para señalar” concluyó el hombre.




