Gustavo Cerati: De Marchi para coleccionistas

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Sergio Marchi tiene en su casa dos muebles repletos de discos compactos, una colección envidiable de libros de música y otro par de bibliotecas llenas de obras de muchos temas. El periodista musical y escritor argentino, todo un referente del mundo del rock en español, mira a través de la cámara de su computador mientras a unos metros se nota el afiche con la cara de Gustavo Cerati, el cantante de Soda Stereo. A la vez se alcanza a notar el título que acompaña a la imagen: Algún tiempo atrás: la vida de Gustavo Cerati, que es también el nombre de su libro más reciente acerca de la estrella más importante del rock latinoamericano.

La imagen virtual tiene su razón de ser no solo por esta novela —ya disponible en Colombia, editado por Penguin Random House—, sino por una conexión casi que mística al recordar hoy 11 de agosto  la fecha de cumpleaños del cantante quien, luego de finalizar un concierto en Caracas (Venezuela) sufrió un accidente cerebrovascular en el 2010 y tras estar cuatro años en coma falleció el 4 de septiembre de 2014.

Ahora el músico argentino tendría 64 años y posiblemente habría seguido escudriñando más caminos para expresarse musicalmente, tras una despedida prematura y el recuerdo de su último disco, Fuerza natural. No es necesario ahondar en el gran impacto que tuvo Gustavo Cerati como cantante y lo que dejó Soda Stereo para el mundo del rock.

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Su evolución sonora, sus letras, su experimentación y esa perfecta conexión musical entre sus miembros (Zeta Bosio en el bajo y Charlie Alberti en la batería), significaron un antes y un después en la historia musical de un continente desde la década de los 80, cuando la banda comenzó a revelar su poderío y crear discos que se convirtieron en clásicos (como Canción animal, Signos, Dynamo o Sueño Stereo).

Soda Stereo: Terapia de Amor Intensiva.

Sergio Marchi, un hombre que ha atravesado los caminos del rock y que se ha dedicado a revelar la vida de otras glorias como Charly García, PappoNorberto Anibal Napolitano— o Luis Alberto Spinetta, también se dio a la tarea de explorar va Cerati. ¿Qué descubrió en esta aventura?

“Ya tengo cinco biografías de este tipo, una de ellas, de Roger Waters —Roger Waters: paredes y puentes—, que es el internacional, y las de los otros cuatro que son argentinos. En cuanto a lo de Gustavo, no había nada en la familia o en la vida de él que fuera dramático (…).

Para Charly García, el vitíligo es fundamental, una afección a la piel que él desarrolla porque sus padres están ausentes. Eso te marca. A Waters se le murió el papá en la guerra y no lo pudo conocer, y eso lo sigue marcando hace 80 años, pero con Gustavo era una apuesta más misteriosa, más profunda dice Sergio Marchi.

“Gustavo era un músico que se iba desarrollando y de los que cuando crecen tienen más medios y más despliegue. Él se metía en la música con una intensidad que solamente los músicos podemos entender de alguna manera».

Fuente: Diario El Tiempo.

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