Con tres disparos de fusil en la espalda, una franela nueva que conservaba la etiqueta de almacén, un pantalón tres tallas más grande y señales de tortura en sus testículos, encontró Edgar Álvarez Méndez el cuerpo de su sobrino Miller Andrés Blandón Álvarez, conocido como ‘la Estatua Humana’, quien fue asesinado por integrantes del Ejército Nacional en el año 2008, en la vereda San Vicente del municipio de Isnos.
Desde entonces, los días de Edgar no han vuelto a ser iguales, pues al parecer, el daño moral que le causó aquel suceso fue reconocido para personas que a su parecer, no tuvieron nada que ver con la víctima del falso positivo, ya que ellos se estarían aprovechando de la situación para recibir dinero.
Edgar, quien según indicó, vivió con el hoy occiso, manifestó que su madrastra Silvia Segura Manrique y su señor padre Eduardo Álvarez iniciaron todo un proceso legal para reclamar indemnización por los perjuicios morales que les causó aquel suceso; sin embargo, no lo incluyeron a él ni a uno de sus hermanos, quienes sí compartieron con Miller y se encuentran pasando una grave situación económica y de salud.
De acuerdo con lo manifestado por el señor Edgar a este medio de comunicación, sus familiares, quienes no se preocupaban por el bienestar de su sobrino, se habrían aprovechado de su deceso para reclamar la indemnización, y no contentos con eso, no han querido hablar con su otro hermano, quien reside en Palermo y se encuentra en una preocupante situación, para ofrecerle ayuda.
“Cuando él estaba en vida lo echaron de la casa, mi sobrino vino grande acá a Neiva y hace 14 años me lo mataron, ahora sí apareció un poco de gente a pedir dinero por un daño que a ellos nunca los afectó”, señaló Edgar.
Asimismo, acusó a su madrastra de estar orquestando toda esa situación: “Están reclamando plata sin necesidad, sabiendo que tengo otro primo en Bogotá que se llama Jorge y era hermano de la víctima no recibirá nada porque no lo incluyeron. También aparecen personas que ni siquiera existían cuando ocurrieron los hechos”.
Finalmente indicó que decidió denunciar porque su familia no lo ha querido escuchar, y porque le parece injusto que luego que su padre echara a la calle a Miller, ahora sí quiera sacar provecho de la situación: “Mi papá tiene pensión, mi madrastra vive con él, mi media hermana trabaja en el Yumaná y tiene buen suelo. A mi hermano que está incapacitado que está en Palermo y a otras personas que se encuentran pasando necesidades ni si quiera las han tenido en cuenta”.
