En la vía que conecta el municipio de El Cerrito con Palmira, en el departamento del Valle del Cauca, un hecho violento cobró la vida de un trabajador del ingenio azucarero Providencia. Se trata de un guardavía que fue asesinado en medio de un intento de atraco, cuando se encontraba cumpliendo con sus labores de rutina.
De acuerdo con versiones preliminares, varios sujetos armados interceptaron al hombre y, en medio del asalto, este se habría resistido a entregar sus pertenencias. En ese momento, los delincuentes le dispararon en repetidas ocasiones, dejándolo gravemente herido a un costado de la carretera.
La víctima fue auxiliada por personas de la zona y trasladada de inmediato al Hospital San Rafael, donde los médicos intentaron estabilizarlo. Sin embargo, pese a los esfuerzos del personal de salud, las heridas que presentaba resultaron fatales y el trabajador perdió la vida poco después de su ingreso.
La identidad del guardavía no ha sido revelada oficialmente por las autoridades, mientras avanza el proceso de notificación a sus familiares. Lo que sí se confirmó es que llevaba varios años vinculado laboralmente al ingenio Providencia y era reconocido por sus compañeros por su responsabilidad y compromiso.
El crimen generó gran conmoción entre la comunidad de El Cerrito y Palmira, especialmente en el sector azucarero, donde los guardavías cumplen un papel fundamental en la vigilancia de los predios e infraestructura vinculada a la producción de caña.
Hasta el momento, la Policía y demás autoridades competentes no se han pronunciado oficialmente sobre el caso ni sobre las investigaciones en curso para dar con los responsables del asesinato. No obstante, versiones extraoficiales indican que se estarían recolectando testimonios y material de cámaras de seguridad ubicadas en el corredor vial.
El ingenio Providencia, por su parte, emitió un comunicado en el que rechazó de manera categórica los hechos violentos y lamentó profundamente la pérdida de su trabajador. “Expresamos nuestras más sinceras condolencias a la familia de la víctima y exigimos a las autoridades una investigación urgente que permita capturar y judicializar a los responsables”, señaló la empresa.
Asimismo, la compañía reiteró su compromiso con la protección de sus trabajadores y pidió mayor presencia de la fuerza pública en las zonas rurales, donde los guardavías cumplen sus funciones expuestos a riesgos de seguridad.
La violencia e inseguridad en vías del Valle del Cauca han sido motivo de preocupación constante para transportadores, trabajadores agrícolas y comunidades locales. En repetidas ocasiones, ciudadanos han denunciado atracos y hechos delictivos en corredores estratégicos como el que conecta a El Cerrito con Palmira.
Habitantes de la región aseguraron que este asesinato se suma a una cadena de sucesos que ponen en evidencia la falta de garantías para la seguridad de quienes transitan por estas rutas. “No es la primera vez que se presentan atracos aquí. La diferencia es que esta vez se llevaron una vida”, señaló un residente de la zona.
La noticia del asesinato también despertó mensajes de solidaridad en redes sociales. Compañeros de trabajo y allegados al guardavía expresaron su dolor y pidieron que su muerte no quede en la impunidad.
Organizaciones sindicales del sector azucarero anunciaron que convocarán a una reunión extraordinaria para analizar la situación de seguridad de los trabajadores en campo y plantear exigencias a las autoridades departamentales y nacionales.
De igual manera, líderes comunitarios hicieron un llamado al Gobierno para reforzar la seguridad en corredores rurales del Valle del Cauca, donde los índices de atraco y homicidio siguen generando zozobra entre la población.
Por ahora, el caso quedó en manos de la Fiscalía General de la Nación, que deberá establecer las circunstancias exactas en las que ocurrió el asesinato y avanzar en la identificación de los responsables para garantizar justicia.
Mientras tanto, familiares del guardavía enfrentan el dolor de su partida, con la esperanza de que su muerte no quede en el olvido y se convierta en un símbolo de la necesidad urgente de reforzar la seguridad en las zonas rurales del departamento.




