La comunidad de Garzón enfrenta un grave riesgo de infraestructura y el suministro de agua
La vereda Trinidad, ubicada en el municipio de Garzón, Huila, atraviesa una situación de alerta debido a la creciente inestabilidad del terreno, que pone en peligro la seguridad de sus habitantes. En las últimas semanas, diversas imágenes captadas por residentes locales y autoridades muestran un aumento significativo en el tamaño de las grietas que han comenzado a abrirse en la región, lo que ha encendido las alarmas en las autoridades del municipio.
Afectaciones
Las grietas, visibles tanto antes como después de las lluvias recientes, han afectado zonas cruciales de la vereda, lo que ha generado inquietud entre los pobladores. Esta situación no solo representa un peligro para las viviendas cercanas, sino que también ha interrumpido el servicio de acueducto que abastecía a varias veredas cercanas, incluida la de Campo Bello. La falta de agua potable en la región agrava aún más el panorama, pues no solo se pone en riesgo la salud de la comunidad, sino también la calidad de vida de los habitantes que dependen de este recurso esencial.
Uriel Felipe Ortiz Muñoz, secretario de Infraestructura de Isnos, ha expresado su preocupación por la magnitud de los daños y las implicaciones que esto puede tener para las familias que habitan en las zonas afectadas. Ortiz destacó que la situación requiere una acción inmediata para prevenir posibles deslizamientos de tierra que puedan poner en peligro la integridad de las viviendas cercanas a las grietas.
“La situación en Trinidad es crítica. Estamos haciendo un seguimiento constante de las grietas y su evolución. La comunidad debe mantenerse alerta, ya que los deslizamientos pueden ocurrir en cualquier momento. Además, estamos trabajando en conjunto con otras entidades para garantizar que el servicio de agua se restablezca lo antes posible”, comentó Ortiz Muñoz en entrevista reciente con medios locales.
Autoridades
El funcionario aseguró que las autoridades están evaluando posibles soluciones para mitigar el riesgo de deslizamientos y, al mismo tiempo, restablecer el suministro de agua. No obstante, advirtió que la complejidad del terreno y la inestabilidad del suelo dificultan la rápida ejecución de medidas preventivas.
A pesar de los esfuerzos, la situación sigue siendo delicada. La comunidad de Trinidad, al igual que la de otras veredas afectadas, sigue a la espera de respuestas claras y soluciones definitivas. Mientras tanto, las autoridades hacen un llamado a la prudencia y la cooperación entre los habitantes para reducir riesgos y estar preparados ante cualquier eventualidad.
Se recomienda que los habitantes de la zona permanezcan alertas y sigan las indicaciones de los organismos de socorro para evitar posibles tragedias. La colaboración con las autoridades locales será fundamental en los próximos días para mitigar los riesgos y preservar la seguridad de todos. Además, se hace un llamado a la comunidad para que, en caso de detectar nuevos movimientos en el terreno o grietas adicionales, notifiquen de inmediato a las autoridades competentes. La prevención y la acción rápida serán claves para evitar una crisis mayor que afecte aún más a la región.
