Ocho años después de su última visita, Green Day volvió a encender los ánimos en Bogotá con un show cargado de nostalgia, fuerza y rebeldía. La banda californiana ofreció un recorrido por sus grandes éxitos, desde Basket Case hasta American Idiot, demostrando por qué su propuesta sigue tan vigente. El público, compuesto por fanáticos de todas las edades, vibró con la energía inagotable de Billie Joe Armstrong y compañía, en una noche que dejó claro que el punk rock aún tiene un lugar privilegiado en el corazón de miles de colombianos.
Más allá del espectáculo, la presentación de Green Day sirvió como un recordatorio del legado que han construido a lo largo de tres décadas. Su capacidad para conectar con diferentes generaciones y mantener un mensaje contestatario y auténtico los convierte en una banda icónica, no solo por su música, sino por su influencia cultural. El regreso a Bogotá no fue solo un concierto, sino una celebración de una trayectoria que sigue inspirando a quienes encuentran en su sonido una forma de resistencia y libertad.




