Graves inundaciones afectan a la Mojana y al sur de Bolívar por desbordamiento de los ríos Cauca y Magdalena

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Miles de familias en la región de la Mojana sucreña y el sur del departamento de Bolívar enfrentan una crítica emergencia por las inundaciones causadas por el desbordamiento de los ríos Cauca y Magdalena, dos de los principales afluentes del país.

El río Cauca, que mantiene en alerta roja a varios municipios, ha causado el mayor impacto en zonas rurales de Guaranda, Sucre, donde el alcalde Nolberto Beltrán declaró la calamidad pública y suspendió las clases en 10 sedes educativas. El boquete conocido como Cara ‘e gato, sin ser reparado desde hace casi cuatro años, continúa siendo la principal vía de entrada del agua que ha anegado viviendas, cultivos y caminos.

Hasta el 13 de mayo, se reportaban 1.275 familias afectadas, equivalentes a unas 5.000 personas. Muchas de ellas han tenido que abandonar sus casas y levantar cambuches con plásticos y madera en zonas altas para protegerse del agua. La Defensa Civil y la Alcaldía local realizan un censo para gestionar más ayudas a nivel nacional.

Entre las comunidades más afectadas están Nueva Esperanza, El Jardín, Alto San Matías, Berlín San Matías, Las Mercedes y Gavaldá. Las labores de contención con maquinaria amarilla han resultado insuficientes ante el aumento de los niveles del agua, que en algunos sectores superan los tres metros.

En el sur de Bolívar, el río Magdalena también se ha desbordado, afectando a familias en Simití, San Jacinto del Cauca y Zambrano. Las autoridades entregaron miles de kits de alimentos y elementos de emergencia, y mantienen la vigilancia activa ante la persistencia de lluvias y la apertura de compuertas en Hidroituango, cuyas aguas aumentarán el caudal río abajo.

Las comunidades claman por soluciones definitivas y acusan al Gobierno nacional de no cumplir con el cierre del boquete en Cara ‘e gato, promesa que, según denuncian, lleva casi cuatro años sin cumplirse. Mientras tanto, el invierno sigue cobrando pérdidas materiales y desplazamientos en una de las regiones más vulnerables del país.


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