El Ministerio de Trabajo de Colombia ha iniciado una investigación tras graves denuncias presentadas por el abogado y líder social Óscar David Benavides, en nombre de más de 6.000 vendedores ambulantes vinculados a marcas como Crem Helado, BonIce y Vive 100.
Según la denuncia, los vendedores trabajan en rutas fijas, con uniformes de las marcas, y deben cumplir con metas diarias de venta, lo que sugiere una relación laboral subordinada. Además, se alega que la empresa utiliza figuras como “vendedores independientes” o “colaboradores externos” para evitar otorgar prestaciones sociales básicas.
Entre las quejas, se destaca que muchos de estos trabajadores no están afiliados a la seguridad social: no tienen cobertura de salud (EPS) ni de riesgos laborales (ARL), a pesar de sus extensas jornadas laborales. También se reportan casos de jornadas de más de 12 horas, especialmente entre adultos mayores.
La denuncia solicita, de comprobarse las irregularidades:
- La formalización laboral de los vendedores.
- El reconocimiento de sus derechos laborales (primas, cesantías, vacaciones, etc.).
- La afiliación de todos los vendedores a la EPS y a la ARL.
- La entrega de toda la documentación relacionada con las rutas, control y supervisión por parte de las empresas responsables.
- La apertura de una investigación administrativa a las empresas vinculadas, entre ellas Quala, que comercializa esos productos.
Para el líder social Benavides, estas prácticas configuran una “esclavitud moderna”: asegura que muchos vendedores, entre ellos personas mayores, mujeres embarazadas y personas con discapacidad, se encuentran en condiciones precarias y vulnerables.
Por su parte, el Ministerio de Trabajo ya se ha comprometido a escuchar las demandas y ha abierto el proceso para verificar si existe una clara desnaturalización de contratos.




