Una nueva jornada de violencia golpea al oriente del Cauca. En las últimas horas, la estación de Policía del municipio de Inzá fue blanco de un hostigamiento armado que dejó al menos dos uniformados heridos, quienes aún no han podido ser evacuados debido a la intensidad del fuego cruzado.
Según fuentes locales, el ataque habría sido perpetrado por presuntos integrantes de disidencias de las FARC, que operan en esta zona montañosa del departamento, donde la presencia institucional es limitada y los grupos armados ejercen control territorial.
“El ataque comenzó con ráfagas de fusil y explosivos artesanales. La situación es crítica. Nuestros hombres están resistiendo, pero no hay condiciones de seguridad para el ingreso de apoyo aéreo o terrestre en este momento”, señaló una fuente policial bajo reserva.
Las autoridades trabajan para asegurar un corredor humanitario que permita evacuar a los policías heridos hacia un centro asistencial. Mientras tanto, se mantiene el cerco militar en la zona, donde no cesan los enfrentamientos intermitentes.
El hostigamiento en Inzá se suma a una preocupante escalada de violencia en el Cauca, donde la Fuerza Pública, líderes sociales y comunidades rurales se han convertido en blanco de ataques sistemáticos. En lo que va del año, se han registrado múltiples emboscadas y atentados similares en municipios como Toribío, Argelia y Corinto.
Organismos defensores de derechos humanos han reiterado el llamado al Gobierno Nacional para garantizar condiciones mínimas de seguridad en regiones históricamente olvidadas por el Estado.




