La familia denunció que solo tras pagar $2.500.000 millones a un médico particular lograron la atención; el bebé nació sano.
Lo que debía ser un momento de alegría terminó en una pesadilla para una familia en Montería. Una joven en trabajo de parto recorrió varias clínicas de la ciudad buscando atención, pero en todas le cerraron las puertas por el solo hecho de estar afiliada a la Nueva EPS.
Según relató su tía, Ana María Martínez, ni siquiera quisieron tomarle los signos vitales: “Ninguno la aceptó, nos decían que no había convenio con la Nueva EPS”.
El drama se extendió durante dos días, con la angustia de que el parto ocurriera en la calle. Finalmente, la familia tuvo que reunir de manera urgente $2,5 millones para pagar a un médico particular que atendiera el nacimiento.
Afortunadamente, la joven dio a luz a un niño sano y ambos se encuentran fuera de peligro. Sin embargo, el caso dejó en evidencia las fallas del sistema de salud y la vulnerabilidad de miles de usuarios de la Nueva EPS en Córdoba, donde ni siquiera el hospital de Montería tiene convenio vigente.
El gobernador Erasmo Zuleta celebró un reciente giro de recursos que permitió reactivar algunos servicios suspendidos, pero usuarios advierten que el riesgo de exclusión persiste mientras no se cumplan los compromisos de pago a las clínicas y hospitales de la región




