La madrugada del 28 de agosto estuvo marcada por un violento accidente de tránsito en la carretera que comunica a Motavita con Tunja, a la altura del establecimiento Azul y Blanco. Dos motociclistas colisionaron de manera frontal, generando una emergencia que paralizó el tráfico y requirió la intervención inmediata de los organismos de socorro.
Consecuencias del impacto
El choque fue tan fuerte que una de las motocicletas quedó completamente destruida, mientras su conductora salió expulsada varios metros y terminó con graves lesiones en el asfalto. Los testigos, alarmados, alertaron a los Bomberos, quienes llegaron para brindar atención prehospitalaria.
Tras una primera valoración, la mujer fue diagnosticada con trauma severo y trasladada en condición crítica al Hospital San Rafael de Tunja, donde permanece bajo estricto cuidado médico. El otro conductor también resultó lesionado y fue remitido a la Clínica Los Andes. Aunque sus heridas no parecían graves en el lugar del siniestro, los socorristas indicaron que requería atención especializada para descartar complicaciones internas.
Investigación y control vial
Autoridades de tránsito iniciaron las pesquisas para establecer las causas del accidente. No se descartó un exceso de velocidad o imprudencia, factores que en múltiples ocasiones han convertido este tramo en escenario de tragedias.
El siniestro provocó una fuerte congestión vehicular mientras los organismos de emergencia retiraban los vehículos destrozados, cuyos restos quedaron esparcidos sobre la vía como evidencia de la magnitud del impacto.
Aunque no se reportaron víctimas mortales, el hecho reavivó la preocupación por la seguridad vial en Boyacá. Habitantes y conductores exigieron mayor control policial y campañas de prevención para reducir la accidentalidad. Esta vez, la madrugada que parecía tranquila terminó en un escenario de angustia, sirenas y dolor por un choque que pudo haber sido aún más trágico.


