Colombia Sub-20 logró una victoria contundente y estratégica frente a Arabia Saudita Sub-20, imponiéndose por 1-0 en el partido inaugural de la fase de grupos del Grupo F del Mundial Sub-20. El gol decisivo llegó a los 64 minutos, obra de Óscar Perea, quien con una definición precisa rompió el empate y le dio a su equipo una ventaja clave en el torneo. Esta victoria marca un comienzo prometedor para la escuadra colombiana, que mostró un desempeño sólido y bien organizado durante todo el encuentro.
Desde el pitazo inicial, Colombia mostró superioridad en la creación de juego, evidenciada en los 11 remates que intentaron, en contraste con los 7 de Arabia Saudita. De estos intentos, 4 fueron dirigidos al arco, mientras que el equipo saudí no logró efectuar ningún disparo a puerta, lo que refleja la efectividad y el control ofensivo de los colombianos. Este dominio en ataque fue uno de los factores determinantes para asegurar los tres puntos en este primer compromiso.
La posesión del balón también fue un indicador claro del control del juego por parte de Colombia, con un 52% frente al 48% de Arabia Saudita. Aunque la diferencia no fue abismal, los momentos en que Colombia tuvo el balón estuvieron marcados por un ritmo controlado y una búsqueda constante de espacios para generar peligro. Este equilibrio en posesión demuestra la capacidad del equipo para manejar tanto la presión como la velocidad del juego.
En cuanto a la precisión en los pases, Colombia completó 320 pases con un 76% de efectividad, superando claramente los 299 pases y 67% de precisión de Arabia Saudita. Esta estadística revela la superioridad técnica y la mejor conexión entre los jugadores colombianos, que supieron mantener la posesión y construir jugadas con mayor criterio y eficacia, fundamental para mantener la estabilidad durante el partido.
En defensa, Colombia mostró solidez y disciplina, cometiendo 23 faltas, un número relativamente alto, pero controlado, que no derivó en tarjetas rojas ni en situaciones de desventaja numérica. El equipo recibió solo 2 tarjetas amarillas frente a las 3 de Arabia Saudita, lo que indica un juego agresivo pero medido, evitando sanciones que pudieran complicar el desarrollo del encuentro.
El control del juego y la efectividad en la finalización fueron claves para que Colombia lograra esta victoria inicial, que le permite tomar confianza y sumar los primeros tres puntos en la fase de grupos. El rendimiento colectivo y la capacidad para manejar la presión en momentos cruciales fueron evidentes, apuntando a un equipo con potencial para avanzar en el torneo y enfrentar con éxito a sus próximos rivales.
Con esta victoria, Colombia Sub-20 se posiciona favorablemente en el Grupo F, demostrando que su preparación táctica y técnica está dando frutos en el escenario mundial. El gol de Óscar Perea quedará como un momento emblemático, pero fue el trabajo en equipo y las estadísticas superiores en aspectos clave del juego lo que realmente marcó la diferencia en este encuentro. Ahora, el desafío será mantener este nivel en los próximos partidos para asegurar el pase a la siguiente ronda.




