El artista habló sobre la falta de apoyo a los jóvenes de la región.
Giraldo
En la capital musical de Colombia, un joven tolimense busca revolucionar aquel nombre de ciudad musical, así lo mencionó Yonatan Hernández, un joven apasionado por la música urbana, especialmente el hip hop y el rap, un joven que se ha dedicado en tomar la iniciativa de impulsar este género como una herramienta para que los jóvenes expresen su visión de la realidad ya que para él la música es una puerta que permite ver la ciudad de manera diferente, abordando temas de vulnerabilidad y realidades sociales que a menudo se ignoran.

Inicios
«El rap se enfoca en la parte social, en las realidades que a veces nos incomodan, pero que debemos abordar. Para mí, esto es un despertar de la conciencia», expresó Hernández. Su interés por el género surgió cuando estudiaba en el colegio Carlos Lleras, cursando noveno grado. Desde entonces, ha dedicado su tiempo a buscar artistas locales que compartan su visión de utilizar la música como medio de expresión y transformación social.
Apoyo
Hernández considera que, aunque Ibagué ostenta el título de ‘capital musical’, todavía falta mucho por hacer para mantenerlo. «Creo que a la ciudad le falta apoyar más la música urbana, que también es parte de nuestra identidad cultural», señaló. Además, hizo un llamado a los jóvenes para que se animen a crear música, no como un medio de violencia, sino como una forma de expresar las problemáticas sociales y ofrecer soluciones a través de las letras.
Cultura
Este proyecto busca no solo potenciar la escena musical urbana en Ibagué, sino también generar conciencia sobre las situaciones que enfrentan los jóvenes en la ciudad. Para Hernández, la música es una herramienta poderosa para cambiar la perspectiva de la juventud y el rap es el vehículo perfecto para dar voz a quienes a menudo no son escuchados, la música urbana es una gran oportunidad para que todos los ibaguereños conozcan un poco más sobre otros géneros musicales, que actualmente se ha encargado de permitirle a los jóvenes a contar historias, expresar sus emociones y abordar realidades que muchas veces pasan desapercibidas.




