Luis Carlos Delgado Peñón, el exgobernador respetado y recordado por los Tolimenses.
Giraldo
Luis Carlos Delgado Peñón, exgobernador del Tolima, fue reconocido por su liderazgo ejemplar y su compromiso con la honestidad y la transparencia. Su gestión se caracterizó por la democratización de las oportunidades y la preservación de las raíces culturales de la región. Por tal razón Álvaro Castaño, colega y amigo desea rendirle homenaje este sábado 27 de julio a tal persona intachable del Tolima.
Encuentro
El 28 de diciembre de 2011, durante el Día de los Santos, Delgado Peñón se encontró con un futuro miembro de su equipo mientras se dirigía a misa. En ese breve encuentro, confirmaron su inclusión en el equipo antes de que asumiera su cargo el 1 de enero de 2012. Se reencontraron en la sala de prensa durante su acto de posesión, donde reiteró su compromiso con la honestidad y la transparencia, principios que guiaron su administración y le permitieron alcanzar un récord en el número de proponentes en licitaciones públicas.
Trayectoria
A lo largo de los dos años que trabajaron juntos, Luis Carlos y su esposa María Elsy, quienes siempre respetaron las directrices de las normativas, lo que permitió realizar proyectos significativos desde la comunicación. Una de las iniciativas más destacadas fue la creación de la emisora cultural del Tolima, impulsada por la visión de Delgado Peñón de resaltar la música colombiana y preservar las raíces culturales. Junto con el productor musical Aldemar Chaguala, trabajaron intensamente durante dos meses para ofrecer un contenido de calidad a los oyentes, comenzando con un registro mínimo pero significativo.
Celebración
Los homenajes deben hacerse en vida, y este reconocimiento a Luis Carlos Delgado Peñón llegó en un momento oportuno para honrar a un líder que dejó una huella imborrable en la gestión pública. Así lo expresó Castaño. Su integridad, respeto por la diferencia y dedicación a la comunidad fueron valores que deberían ser seguidos por los políticos a nivel nacional, regional y local, demostrando que se podía alcanzar el éxito sin sacrificar los principios.