Alaska. La naturaleza nunca deja de sorprender, y esta vez lo hace con un protagonista muy especial: “Gordo Alberto”, un oso polar que ha roto todos los esquemas debido a su tamaño y fortaleza.
Apodado cariñosamente por investigadores y habitantes de la región, “Gordo Alberto” pesa más de 700 kilos, lo que lo convierte en uno de los osos polares más grandes jamás registrados en el Ártico. Su imponente figura no solo ha despertado la curiosidad de científicos, sino también la admiración de quienes han tenido la oportunidad de verlo en su hábitat natural.
Un símbolo del Ártico
Los expertos señalan que su peso récord refleja las condiciones excepcionales de alimentación en ciertas zonas de Alaska, donde los osos polares dependen en gran medida de la caza de focas. Sin embargo, también es un recordatorio de la fragilidad del ecosistema ártico, que enfrenta amenazas por el cambio climático y el deshielo.
“Gordo Alberto” se ha convertido en un emblema tanto de la fuerza de la vida salvaje como de los retos ambientales que enfrenta el planeta. Su imagen ha recorrido las redes sociales y medios internacionales, consolidándolo como una figura icónica del reino animal.




