GOLPEADA POR EL COLOR DE LA BLUSA

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En un fallo condenatorio sin precedentes, la Policía ha sido responsabilizada por actos de tortura

Anita Borrero

La Policía tendrá que responder patrimonialmente por los ultrajes y agresiones físicas a una joven ilegalmente capturada hace siete años en Neiva, por simples sospechas. Los uniformados fueron destituidos y condenados.

La detención

Una joven fue detenida por la Policía por el color de la blusa que llevaba, presuntamente porque momentos antes había cometido un hurto. Luego la condujeron a un paraje despoblado del barrio Villa Cecilia en la vía Campo Tello, donde la obligaron a sentarse en los tubos calientes que transportan crudo en esa zona petrolera del Huila. Después de los ultrajes, fue obligada a tragar excrementos, entre otros excesos de los uniformados.

Cuando la mujer se desplazaba con un niño, fue abordada por una mujer policía, quien la increpó por la ropa que llevaba, de color rojo, similar a la que usaba la acompañante de un supuesto jalador de motos. Al frente del operativo estaba la suboficial Jeimy Marcela Rodríguez.

Los hechos

La detención se produjo el 21 de diciembre de 2015 en el barrio Los Pinos de Neiva, a las 9:45 de la mañana. Irma Juliet Usaquén Rueda, de 19 años y con un mes de embarazo, fue capturada ilegalmente, acusándola, sin pruebas, de haber participado en el robo de una motocicleta, minutos antes en el barrio Los Laureles.  En pocos minutos llegaron otros dos uniformados, quienes se sumaron a los agravios. Jeimy Marcela Rodríguez y Jeison Arley Palacios llegaron a respaldar el operativo policial.

La mujer policía pidió por radio una camioneta oficial. En el automotor, conducido por Joan Manuel Álvarez, llegó el teniente Cristian Felipe Arteaga Santa Cruz, quien se sumó a la agresión.

El diagnóstico

El dictamen clínico fue contundente: “La mujer presentaba equimosis en la cara, cabeza y cuello. Las lesiones subcutáneas de color rojizo mostraban el ataque. El lamparón de sangre sobre la piel intacta cubría un área de diez por cuatro centímetros entre la región malar, la mejilla derecha y el maxilar. Otra lesión similar se reportó en el lado izquierdo.

Además, presentaba edema difuso en el dorso nasal sin deformación de la nariz, tenía múltiples hematomas en la región parietal, rastros de sangre en los bordes de los labios.

Los mismos signos de sangre extravasada en la espalda y la región lumbar. En los brazos registraba quemaduras de segundo grado en el muslo y en la pierna derecha.

Destacado: La autoflagelación contenida en el reporte policivo fue desmentida. Un examen forense validó las secuelas de la golpiza.

Pie de foto: Irma Juliet Usaquén Rueda, victima.


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