Golpe al bolsillo de los colombianos

El incremento del precio del diésel tiene el potencial de afectar negativamente varios sectores clave de la economía, desde el transporte y la agricultura hasta la industria y la inversión extranjera. Es crucial que las políticas económicas y energéticas se enfoquen en mitigar estos impactos y fomentar la sostenibilidad y la competitividad a largo plazo.
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El Gobierno Nacional está anunciando una posible alza en el precio del diésel, combustible que no tiene modificaciones desde hace cuatro años, sera un Golpe al bolsillo tras la pandemia del Covid-19. Ante esto, el precio promedio a nivel nacional se ubica en $9.614 desde abril, cuando hubo una subida de $97 por galón a causa de los obligatorios aumentos por el índice de Precios al Consumidor (IPC). El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, anunció recientemente que el diésel tendrá un fuerte incremento en su precio. El jefe de la cartera económica dijo que hay una brecha por cubrir de $6.000 por galón, lo cual tiene que ocurrir entre este y el próximo año, “porque es insostenible”.

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Ministro Bonilla

De acuerdo con Bonilla, el diesel tendría que subir en los próximos dos años (2024 y 2025), pues el hueco fiscal que deja el subsidio de este combustible no puede continuar, propuesta que genera muchas inquietudes en el país. El incremento en el precio del diesel en Colombia podría tener varias consecuencias significativas para la economía del país, como en el impacto en los costos de transporte, puesto que el diésel es fundamental para el sector del transporte en Colombia, especialmente para el transporte de carga y pasajeros. Un aumento en su precio se traduce directamente en mayores costos operativos para las empresas de transporte, lo que podría llevar a aumentos en los precios de bienes y servicios al consumidor final.

Esto puede afectar la inflación y reducir el poder adquisitivo de los ciudadanos. Por otra parte, el diésel es esencial para la maquinaria agrícola y para el transporte de productos agrícolas. Un aumento en su precio podría afectar la rentabilidad de los agricultores y aumentar los costos de producción, lo que a su vez podría impactar la competitividad de los productos agrícolas colombianos tanto en el mercado interno como en el internacional.

Muchas industrias dependen del diesel como fuente de energía para sus operaciones, especialmente aquellas que utilizan generadores o maquinaria pesada. Un aumento en el precio del diésel puede aumentar los costos de producción industrial, lo que podría afectar la competitividad de las empresas colombianas en el mercado global y afectar el crecimiento del sector industrial. Los aumentos inesperados en los precios de los combustibles pueden generar incertidumbre entre los inversores extranjeros sobre la estabilidad económica y política del país.

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