Una mezcla de satisfacción y preocupación expresó el neivano gestor social Dilberto Trujillo, tras conocer que el Gobierno Nacional, en cabeza del presidente Gustavo Petro, asignó $15.000 millones para la recuperación física del emblemático Colegio Nacional Santa Librada de Neiva.
“Felices nos encontramos de que se asigne esta inversión, porque el Santa Librada es parte fundamental de la historia del Huila, un ícono educativo y cultural que no puede seguir en el abandono”, afirmó Trujillo. Sin embargo, advirtió que el problema más grave del colegio va mucho más allá de sus muros deteriorados: es la dramática reducción de estudiantes matriculados.
Dilberto Trujillo, quien culminó allí sus estudios de bachillerato en 1986 cuando el colegio era exclusivamente masculino y contaba con tres jornadas académicas, recordó con nostalgia que en aquella época la institución llegaba a albergar cerca de 2.700 alumnos. Hoy, Santa Librada apenas alcanza 800 estudiantes.
“Eso muestra la magnitud de la crisis. Podemos invertir millones en paredes, techos o laboratorios, pero si no llenamos esos espacios de estudiantes, de sueños, de proyectos educativos, será solo maquillaje”, señaló.
Propuesta
Con la misma convicción con la que ha insistido durante años, Trujillo reiteró su propuesta: entregar el colegio Santa Librada a la Universidad Surcolombiana, para que funcione en un esquema articulado con la Universidad Pedagógica, la cual ya cuenta con su propio bachillerato pedagógico.
“Lo que propongo es que Santa Librada se convierta en un colegio laboratorio, en una extensión pedagógica de la Universidad Surcolombiana, con el acompañamiento de la Universidad Pedagógica. Eso le permitiría tener programas de alta calidad, atraer estudiantes y revitalizar su prestigio histórico. No podemos seguir viendo cómo se nos desmorona uno de los símbolos educativos más grandes de la región”, aseguró.
Para Trujillo, esta solución permitiría rescatar el espíritu académico de la institución y adaptarla a las nuevas exigencias educativas, tecnológicas y sociales, asegurando su sostenibilidad y vigencia en el tiempo.
Debate abierto
Su propuesta ha empezado a generar eco en algunos sectores educativos y sociales de Neiva. Hay quienes respaldan la idea de articular educación media y superior en una misma infraestructura, garantizando mejores procesos de formación y ampliando la cobertura. Otros, en cambio, temen que la entrega del colegio pueda desdibujar su identidad histórica como institución educativa secundaria.
Mientras tanto, la comunidad educativa del Santa Librada celebra el anuncio de los recursos, pero espera conocer detalles sobre los tiempos, alcance de las obras y posibles cambios en el modelo educativo.
Dilberto Trujillo hizo un llamado al gobierno departamental y municipal, a la comunidad académica y a la ciudadanía en general para abrir un diálogo serio sobre el futuro del colegio. “Tenemos que mirar más allá de lo físico. Si queremos salvar al Santa Librada, debemos llenarlo otra vez de vida y juventud”, concluyó.




