Las grandes compañías alemanas han intensificado su postura contra el auge de la extrema derecha en el país, advirtiendo sobre las consecuencias económicas y sociales que podrían derivarse de políticas basadas en la exclusión y el nacionalismo radical. A través de comunicados y declaraciones públicas, líderes empresariales han señalado su preocupación por el impacto que discursos xenófobos pueden tener en la estabilidad del país y en su competitividad global.
En las últimas semanas, empresas emblemáticas han reiterado su compromiso con la diversidad y la apertura de Alemania al mundo, destacando que el éxito económico del país depende en gran medida de su capacidad para atraer talento extranjero e invertir en cooperación internacional. Algunas compañías han incluso lanzado campañas para sensibilizar a la población sobre la importancia de la inclusión y el respeto a los derechos humanos.
Este posicionamiento no es nuevo, pero en esta ocasión llega en un momento de creciente apoyo a partidos de extrema derecha en el país. Los empresarios alertan que una política basada en el rechazo al extranjero podría generar incertidumbre y afectar tanto la inversión como la confianza en el mercado alemán.



